Cotec presentó este jueves el 'Informe 2012 sobre Tecnología e Innovación en España', en el se recoge la evolución de los principales indicadores en I+D+i a escala nacional y por comunidades autónomas y su comparación internacional.

Además, en el informe se incluye la opinión de más de un centenar de expertos sobre la evolución del sistema español y un capítulo especial dedicado al capital humano para la innovación.

Los resultados de los indicadores señalan que “los efectos de la crisis están incidiendo en el deterioro del sistema español de innovación, que va a mantenerse durante los próximos años” explicó Mulet. Además ponen de manifiesto la necesidad de impulsar la innovación y la I+D, “ahora más que nunca como pilares de un necesario nuevo modelo productivo de la economía española, tal y como lo está haciendo Alemania, que va aumentar este año sus recursos dedicados a I+D”.

En relación al gasto español en I+D+i, el informe muestra que en España se ha estancado, con un crecimiento en 2012 del 0,041%, frente a un crecimiento medio anual desde el año 2000 a 2008 del 12%. “A esto hay que añadirle las partidas dedicadas a la política 46 de I+D+I en los Presupuestos Generales del Estado para el ejercicio 2012, que se han reducido en un 26%”, incidió Mulet.

Por comunidades autónomas, el gasto en I+D respecto al porcentaje del PIB regional se mantuvo en 2010 con una distribución muy parecida a la de años anteriores, con Madrid (2,07%), Navarra (2,02%) y Cataluña (1,65%) por encima de la media nacional del 1,39%, y por debajo regiones como Cantabria (1,22%), Andalucía (1,20%) o Aragón (1,15%). “Hay que señalar que la comunidad que más aumentó en 2010 su esfuerzo en la inversión en I+D+i, respecto a años anteriores fue Andalucía, seguida de Castilla-La Mancha y Murcia.

Por su parte, los expertos españoles que han opinado sobre la evolución del sistema español de innovación piensan que los problemas más graves son: la escasa dedicación de recursos financieros y humanos para la innovación, el escaso efecto “tractor” de la demanda nacional para la innovación, la falta de cultura de apoyo de la innovación en los mercados financieros y la escasa propensión a la colaboración de las empresas entre sí y entras éstas y los centros de investigación.

Además, los expertos apuntan que las tendencias más deterioradas son la disponibilidad de fondos públicos para el fomento de la I+D+i y la capacidad tecnológica competitiva de la economía a escala mundial.

En el capítulo especial que dedica el documento al capital humano para la innovación, se reafirma que el número de personas con formación profesional es insuficiente, al igual que lo es el porcentaje de empresas españolas que proporcionan formación a sus empleados. “Esto supone un freno para avanzar hacia una empresa más competitiva”, aseguró el director de Cotec.

Molet afirmó que “el gran problema es que la sociedad no sabe que la inversión en I+D+i es la única solución para crecer, porque así se podrá crear conocimiento y se podrá aplicar a la innovación”.

El director concluyó que “se deben considerar los resultados de los importantes esfuerzos que se hicieron en la época de bonanza, que consiguieron crear un pequeño sistema de innovación que ha demostrado ser consistente y que es necesario conservar porque tendrá que ser la base de la competitividad futura”.