En declaraciones a la prensa previas a un encuentro informativo sobre dicho proyecto entre el ministro y las asociaciones de padres, Gomendio explicó que a partir de que el informe se cuelgue en la web, se abrirá el plazo para que la sociedad civil “presente sugerencias, dudas y preguntas” respecto de la nueva norma.

“Pondremos a su disposición un correo electrónico” al que podrán remitirse todas las consultas, y “periódicamente publicaremos las respuestas” a dichas sugerencias también en la web, detalló Gomendio.

“Todas las propuestas se tendrán en cuenta” y aquellas que Educación considere apropiadas se incorporarán al anteproyecto, señaló la secretaria de Estado, aunque tampoco habrá respuestas individuales.

Según declaró, la intención del ministerio es tener listo un borrador definitivo para finales de octubre, con lo que en septiembre esperan haber concluido con la recepción y análisis de consultas y propuestas.

El ministro José Ignacio Wert se ha reunido ya con los sindicatos educativos, la patronal de la escuela concertada y las asociaciones de padres, y mantendrán encuentros durante esta semana y la siguiente con los demás sectores de la comunidad educativa.

JULIO NO ES PRIORITARIO

Preguntada sobre la posibilidad de que julio se convierta en un mes lectivo para aquellos alumnos más rezagados, Gomendio precisó que esta medida “es una de tantas que tenemos encima de la mesa”, pero en estos momentos “no es una prioridad”. Se estudia, pero no forma parte de la reforma, subrayó.

Las tres asociaciones de padres que esta tarde asistieron a la reunión con Wert, Concapa, Ceapa y Cofapa, sí se mostraron partidarias de la idea.

Con todo, el presidente de la Ceapa (mayoritaria en la escuela pública), Jesús Sánchez, subrayó que “cualquier reforma que se empiece desde arriba está condenada al fracaso”.

“Nuestra demanda es reforzar la educación de 0 a 3 y de 3 a 6 años”, imprescindible para detectar problemas y ofrecer soluciones a edades tempranas, declaró.

Por su parte, el presidente de la católica Concapa, Luis Carbonel, apuntó que las medidas que contiene la reforma “son necesarias”, pero echó en falta alusiones concretas a la participación de las familias en la vida académica.