Analistas señalan la falta de legitimidad y la diversidad cultural de Europa como agravantes de la crisis
- Víctor Pérez Díaz detecta un “modo de ser inferior” en los países del sur
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El director del Centro Jean Monnet de Estudios Europeso e Internacionales de la Universidad de Nueva York, Joseph Weller, y el presidente de Analistas Socio-Políticos, Víctor Pérez-Díaz, comentaron hoy el papel de la falta de legitimidad y la diversidad cultural de Europa como agravantes de la actual crisis política de la UE.
Lo hicieron en una mesa redonda celebrada en el campus de la Fundación FAES y moderada por la exministra de Asuntos Exteriores Ana Palacio. Ésta, en una breve introducción, recordó que la convergencia europea tuvo un origen político pero que luego buscó su legitimidad en la prosperidad, por lo que ahora que no la hay se está quedando “sin base”.
Weller diagnosticó que Europa tiene un balance de legitimidad nulo porque ésta puede basarse en la democracia, en los resultados o un ideal, y en la UE no hay democracia directa, no hay rendición de cuentas y falta el ideal de una ciudadanía europea, que justifique las ayudas de unos a otros. Para esto último sugirió la necesidad de introducir un impuesto europeo que haga que el erario sea de todos.
Por su parte, Pérez-Díaz puso el énfasis en la diversidad de las sociedades de Europa, demasiado abrupta como para ser beneficiosa. Distinguió entre los países del centro y el norte de Europa y los meridionales en baremos como su número de patentes, su interés por la política, su nivel de asociacionismo o la proporción de lectores y artistas y concluyó que en el sur de Europa hay “un modo de ser inferior” que no cambia en 30 años y que explica las reticencias alemanas a socorrer a los países mediterráneos.
Culpó de este desfase a la dejación tanto de las elites como del cuerpo social y advirtió que se ha de corregir urgentemente si se quiere hablar “de igual a igual moral e intelectual” con los europeos septentrionales, para proceder a un intercambio de “correcciones fraternas” sin herir al corregido ni hacer ostentación de la virtud.
Este analista también hizo referencia a la falta de una democracia genuina en Europa, pero señaló la paradoja de que la presente crisis, que afecta a todos, está creando el espacio público europeo que hasta ahora no existía. Por último, abogó por construir un relato europeo que no arranque tras la Segunda Guerra Mundial, sino en el año 1000 o en las ciudades-estado italianas.
(SERVIMEDIA)
04 Jul 2012
KRT/gja