Así es como ve el líder socialista la marcha de la campaña justo en el ecuador, a una semana de los comicios, tal y como explicó en el trayecto en autobús entre Madrid y Valladolid a los periodistas que siguen sus actos públicos.

Pese a que pueda resultar poco creíble, explicó, la direccin del PSOE tiene en sus manos muy pocas encuestas, porque el alto porcentaje de indecisos y ciudadanos que no confiesan su voto las hace poco fiables y, dice, no merece la pena hacerlas. Tan sólo han analizado alguna que otra estratégica, en la que se ve claramente la tendencia al alza de los socialistas y a la baja del PP.

Por eso, y a pesar de que los sondeos publicados por los medios de comunicación no se ponen de acuerdo en este punto, Rodríguez Zapatero se muestra convencido de que Joan Ignasi Pl estará al frente de la Generalitat valenciana, Rafael Simancas será presidente de Madrid, y Trinindad Jiménez, alcaldesa de la capital.

Al hablar de "Trini", el líder socialista comenta que el pasado viernes fue la primera vez que la candidata le preguntó abiertamente cómo veía la situación y cuál era su pronóstico. La respuesta, escueta y poco extraña en él: Tranquila. Va a ser alcaldesa, les dijo a los periodistas.

Los socialistas son optimistas también en Euskadi, donde están convencidos, deca Zapatero, de tener un buen resultado en las municipales y donde habrá que ver cuál es la lista más votada, añadía, para negociar un acuerdo que permita el gobierno de constitucionalistas en el Ayuntamiento de Vitoria y en la Diputación de Alava.

Están convencidos, por lo demás, de que mantendrán o superarán el respaldo en las comunidades en las que ya gobiernan, con crecimiento relevante en alguna de ellas. Por ejemplo, consideran probable que Juan Carlos Rodríguez Ibarra llegue al 56% de apoyo en Etremadura. El día 25, aseguró Zapatero, habrá cambios importantes en muchos lugares de España.

Uno de los factores que está inclinando la balanza, explica, es que el tono y el contenido de la campaña electoral del PSOE, muy bien organizada, precisa, está siendo valorado y bien acogido por los ciudadanos frente a un PP y a un José María Aznar que se muestra apático y que centra todos sus mensajes en la descalificación de la oposición, con frases muy desafortunadas, como la referencia a la "España negra.

De hecho, subraya Rodríguez Zapatero, esta es la primera campaña electoral en la que Aznar no va con el centro por delante y ha optado por meter miedo al electorado mayor y más conservador sobre los riesgos de una posible victoria socialista.

En todo caso, precisa que aún queda la segunda y última semana de campaña, clave para movilizar a los electores más fríos y a los indecisos, y decantar la balanza del lado del PSOE con una alta participación de quienes se han visto decepcionados por el incmplimiento de las promesas del PP y por una actitud que no se corresponde con su supuesto centrismo.

Sea cual sea el resultado del día 25, Rodríguez Zapatero no cree que Aznar deje a su sucesor al frente del Gobierno antes de las próximas elecciones generales porque, entre otras cosas, explica, sería poner el Ejecutivo al servicio de un partido político, el PP.

Mientras la campaña avanza y se acercan las elecciones, Rodríguez Zapatero, que regresa todas las noches a dormir a Madrid después de losactos públicos, conversa y cambia impresiones, sobre todo, según cuenta, con el secretario de Organización y de Acción Electoral, José Blanco; con el portavoz parlamentario, Jesús Caldera, y con Alfredo Pérez Rubalcaba. Y también, como hace siempre, con su mujer, Sonsoles, y con su hermano Juan.