Así lo expresó el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, al ser preguntado en una rueda de prensa por la marcha de las negociaciones sobre la celebración de esos debates, que fue solicitada por carta al secretario general del PP, Jaier Arenas.

Según explicó, los socialistas permanecen a la espera de una respuesta definitiva del PP y aún "no tenemos garantizado que pueda haber contraste de opiniones en el ámbito nacional" antes de los comicios.

Blanco expresó su esperanza en que la petición de espera del PP para dar una respuesta no sea en realidad "un subterfugio" para difundir la idea de que están dispuestos pero hacer gestiones con sus representantes en el Consejo de Administración de RTVE para que no haya debates.

E dirigente socialista reiteró además su "reto" al PP para que mantenga una campaña "limpia, sin descalificaciones, sin trucos, sin despertar el miedo y sin amenazas".

En todo caso, garantizó que el PSOE responderá con sus propuestas a las descalificaciones del PP, a cuyos dirigentes envió además otro mensaje: "no pueden predicar que no tenemos programa y no querer discutir sobre su contenido".

TEMOR EN EL PP

Blanco considera además que la oferta de Arenas para pactar el respeto a las listas másvotadas es "un subterfugio para tratar de lavar su cara ante el temor de perder posiciones en muchos lugares" en los comicios del 25 de mayo.

Alertó además al PP de que sus dirigentes "no están legitimados para hablar de pactos postelectorales después de la experiencia en algún territoio, especialmente en los que ya gobierna con el GIL".

Si realmente quieren darle protagonismo a los ciudadanos y que gobierne siempre la lista más votada, agregó Blanco, el camino es la elección directa de los alcales en dos vueltas, una propuesta reiterada desde el PSOE y rechazada siempre por el PP.

Blanco expuso hoy a los diputados y senadores socialistas los ejes de la campaña electoral del PSOE. Junto a él, en la rueda de prensa, el portavoz parlamentario, Jesús Caldera, aseguró que será una campaña "para los ciudadanos", en la que se hablará, sobre todo, de sus problemas.

"NO QUEREMOS SER POTENCIA OCUPANTE"

En la campaña se hablará, dijo, de la "reducción de las fronteras de la democracia" provocadapor la acción y el talante del PP, y del "divorcio" entre el Gobierno y los ciudadanos, constatable, por ejemplo, en la crisis de Iraq, a pesar de que la guerra haya concluido.

Caldera recordó que se ha reconocido a España como "potencia ocupante", pero los ciudadanos españoles "no queremos ser potencia ocupante de nadie, no queremos asumir esos tremendos riesgos".

Se preguntó, en este sentido, si el Gobierno es consciente de los riesgos que podría suponer para las tropas españolas tener que contner, por ejemplo, una masiva manifestación de iraquíes como la que recientemente fue reprimida por los estadounidenses con un tiroteo, y hacerlo sin autorización de Naciones Unidas. "¿Va a inventar el Gobierno español un nuevo concepto de represión humanitaria?", preguntó.

Blanco aseguró que comprende al PP por no querer que se hable de sus decisiones, pero recordó que la participación en una guerra, como la conversión del accidente del "Prestige" en una catástrofe, están "en su haber".

Además detodo esto, Caldera recordó el "desprecio olímpico" del Gobierno a otros muchos problemas de los ciudadanos, como el acceso a la vivienda, la inseguridad ciuddana o la situación laboral, con la que el Ejecutivo "se está poniendo medallas".

Se preguntó, en este punto, "de qué presume el Gobierno" cuando, pese al buen dato aislado de abril, desde que el PP obtuvo la mayoría absoluta hasta ahora en España hay 30.000 parados más y el desempleo ha aumentado en casi un punto durante el último año pese a que n la Unión Euopea se ha mantenido.

"Todo esto es de lo que hay que hablar en la campaña electoral", concluyó Caldera, convencido de que los ciudadanos respaldarán mayoritariamente las propuestas del PSOE.