Ambos pusieron fin a la campaña electoral en la Plaza de Toros de Vistalegre ante 25.000 personas y arropados por el presidente del Gobierno, José María Aznar, y el vicepresidente segundo y ministro de Economía, Rodrigo Rato. Aguirre aseguró que, si los madrileños así lo desean, ella será la primera mujer que presida en España una comunidad autónoma.

Para ello, reclamó a quienes ya tienen pensado votarla que consigan "un voto más cada uno convenciendo a sus maridos, mujeres, hijos, familiares y amigos. De ese modo, confió en que, cuando el domingo se abran las urnas para hacer el recuento, estén "llenas" de sufragios a favor del Partido Popular.

Aguirre pidió la confianza de los madrileños para construir 60 nuevos kilómetros de Metro en los próximos cuatro años, para construir 77.000 viviendas para jóvenes, para edificar siete nuevos hospitales y reducir las listas de espera. En definitiva, según dijo, "para que Madrid no se paralice"

Por su parte, Ruiz-Gallardón prometió poner en marcha un "proyecto transformador" en la capital que permita desarrolar una gestión "ágil y transparente" en colaboración con el gobierno de la comunidad, al frente de la que situó a su compañera de partido Esperanza Aguirre.

Gallardón, que se alargó más de lo previsto por los organizadores en su discurso, aseguró que el voto para el Partido Popular "no es un voto contra nadie", sino para hacer que Madrid sea más abierta y más próspera que nunca.

Asimismo, criticó la "oposición salvaje" que han llevado a cabo el Partido Socialista e Izquierda Unida en los últimos años y advirtió de los riesgos que corre Madrid si los candidatos de esas dos formaciones llegan a gobernar la ciudad.