Duhrkop dijo que el derecho a la vida de los tres senadores, como el de todas las víctimas del terrorimos "se lo roaron mentes salvajes", que se amparan en un "nacionalismo exacerbado y pervertido que en mi tierra (Alemania) llevó a los judíos al exterminio".

La europarlamentaria resaltó que "en democracia caben todas las ideas, excepcto las xenófobas, excluyentes y fascistas", que tienen que quedar fuera.

"Ni quienes jalean, cobijan y ayudan a los asesinos, ni ninguna persona que pisotea la convivencia y se ampara en la democracia para destruir tienen cabida" en el juego democrático, prosiguió.

Tras aseurar que "no nos vamos a amedrantar, no van a conseguir sembrar esa semilla de odio" y que "la entereza de los demócratas está por encima de cualquier idea", Duhrkop reclamó que "la principal aspiración política es acabar con ETA".

Por último, pidió "tolerancia cero ante los violentos", la "rebelión de todos juntos en un acto de valentía cívica para no permitir la normalización del sufrimiento" y aseguró: "no caben posturas tibias: sí o no a la democracia".

La intervención de la viuda de Casas fu seguida de un larguísimo aplauso. Antes de la misma, tanto ella como Manuel Broseta, hijo del asesinado senador de UCD del mismo nombre, y la viuda de Manuel Giménez Abad, del PP, Ana Isabel Larraz, recibierion de manos de la presidenta del Senado, Esperanza Aguirre, sendas medallas de honor de la Cámara Alta.