El texto, firmado por Joan Tardà, reclama que se introduzca en la agenda de la Unión Europea la preocupación por la violación de esos derechos en el mundo y la necesidad de adoptar las medidas eficaces para garantizarlos, y especialmente, en aquellos países en los cuales el ejercicio de la libertad sexual se castiga con la pena de muerte o con prisión.

En la exposición de motivos, Tardà se remite al informe del Consejo de Europa sobre la discriminación contra las personas por razones de orientación sexual o identidad de género, según el cual lesbianas, gays, bisexuales y transexuales sufren prejuicios y discriminación generalizada en los países de la Unión.

Eso atenta contra la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la ONU y contra la propia Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, que en su artículo 21 explicita la prohibición de cualquier tipo de discriminación por motivos de orientación sexual, subraya Tardà.

Ya en el año 2000, recuerda, la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa solicitó a los estados miembros que sus legislaciones reconocieran y velasen por la igualdad de derechos de las parejas homosexuales y sus familias respecto a las parejas heterosexuales.

También Amnistía Internacional mostró su preocupación por esas violaciones y denunció "agresiones homofóbicas" en toda Europa con una frecuencia "alarmante".

Tardà cree que España, "con un ordenamiento jurídico que está a la vanguardia mundial" en el reconocimiento de los derechos de este colectivo, debe abanderar este proceso dentro de la Unión Europea y también más allá, especialmente en los países que castigan algunas orientaciones sexuales con prisión o con la muerte.