De esta manera respondió, en una entrevista en la Cadena SER recogida por Servimedia, en la que sostuvo que el “sentido común” se impondrá y que los socios parlamentarios, que son críticos con el texto, no impedirán “la tramitación y la convalidación de este real decreto ley tan importante”.

“Lo veo y lo creo”, aseguró Sánchez, ante la posición de los socios sobre la reforma laboral, y cargó contra la posición “frentista” del Partido Popular. A la formación que preside Pablo Casado le pidió que “deje a un lado esta oposición negacionista y anteponga el interés general al particular”.

En este sentido, arremetió contra el PP también por el “bloqueo” en la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), y no cumplir con el mandato constitucional y con la responsabilidad de oposición. “La mía es cumplir con el mandato de la Constitución y hacer todo lo posible por el buen funcionamiento” de las instituciones, dijo sobre su parte de responsabilidad en este asunto, “pero lo mínimo que se le puede pedir a un partido que se tilda todos los días y da lecciones de constitucionalismos es que cumple con la Constitución y con su deber constitucional".

Alertó al PP de que “no está dañando y haciendo oposición al Gobierno sino a la propia arquitectura constitucional y esto demuestra que tiene mal perder y difícil el digerir su condición de oposición”. “Practicará la derecha una oposición negacionista, pero solamente le pedimos lo obvio y evidente, el cumplimiento del deber constitucional, el respeto al diálogo social, y una mínimo de rigor y educación en la forma de hacer política”.

Así las cosas, dijo que “al igual que la reforma laboral es evidente que no es la reforma laboral que el Gobierno de España hubiera hecho, tampoco imagino la patronal o tampoco los sindicatos, pero en aras de un acuerdo, todos hemos cedido para poder lograr el mejor acuerdo que nos represente a todos”.

Por ello, Sánchez pidió “a la política que tomemos ejemplo de los agentes sociales” que “han sido capaces de anteponer el interés general a sus intereses particulares, y capaces de llegar a acuerdos fundamentales como pensiones o reforma laboral”.

"El rigor, la buena educación, el deber constitucional y el respeto al diálogo social deberían ser máximas que cualquier partido que se precie y que aspira gobernar España, cumplan durante sus años de oposición. Creo que eso, por desgracia, hoy no lo estamos viendo a la derecha y espero que podamos verlos durante estos dos años que quedan de legislatura”, concluyó el presidente.