Margallo dice que el plan europeo de crecimiento que firmó Rajoy es "de mínimos"

- Sostiene que el Estado del Bienestar ha de sufragarse con impuestos y no con cotizaciones sociales

MADRID
SERVIMEDIA

El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, afirmó hoy que el plan europeo de crecimiento acordado en la 'cumbre de Roma' del pasado viernes es "de mínimos" y para demostrarlo enumeró la dotación de algunas de sus partidas, que calificó de "cifras realmente pequeñas". A su juicio, es más importante la mutualización de la deuda pública de los países europeos.

García-Margallo se pronunció de esta manera en su respuesta a la portavoz de UPyD en la Comisión Mixta para la Unión Europea, Irene Lozano, durante su comparecencia para explicar las perspectivas con las que se afronta el Consejo Europeo de este jueves y viernes. Lozano le preguntó, entre otras cosas, si el Gobierno español cree que primero se ha de acometer la consolidación fiscal o la apuesta por el crecimiento.

Margallo dijo que él piensa desde los años 90 que la mutualización de la deuda a nivel europeo, ya sea con eurobonos o con instrumentos en que el riesgo lo compartan los estados miembros y la UE, "es lo que mercados esperan". En el momento actual, estima que la convergencia y la consolidación fiscal es "la condición sine qua non" para dicha mutualización, aunque a él le gustaría que se fuera en paralelo.

En tales circunstancias, cree que lo de menos es el pacto por el crecimiento que firmaron el viernes pasado en Roma los jefes de Gobierno de Alemania, Francia, Italia y España, Angela Merkel, François Hollande, Mario Monti y Mariano Rajoy, porque "una cosa es la retórica y otra la realidad" y, en cuestión de números, a España, por ejemplo, le correspondería una aportación al plan que es poco más de la tercera parte de lo que se ha gastado en el plan de pago a proveedores. "El verdadero problema no es el crecimiento sin reducir los costes de la deuda soberana", zanjó.

También a Lozano le contestó que el Estado del Bienestar ha de financiarse con impuestos y no con cotizaciones sociales que suponen un coste laboral indirecto que afecta a la competitividad de las empresas y que, para que la cesión de soberanía a la UE no redunde en pérdida de legitimidad democrática, el presidente de la Comisión Europea debería elegirse en elecciones y que luego él escogiera libremente a sus comisarios.

Otro intercambio interesante fue el que mantuvo con el portavoz del PSOE, Juan Moscoso, quien dijo que el rescate a los bancos habría sido distinto si la gestión de Bankia hubiera sido diferente y volvió a atribuir a los socialistas, en particular a los franceses que han llegado al Gobierno, el que el crecimiento se haya convertido en prioridad para la UE, cuando antes estaba centrada en la austeridad.

Margallo le replicó que Rajoy y él siempre han hablado de crecimiento y aseguró que "si esto fuese por Bankia, lo habríamos resuelto hace mucho tiempo". Colateralmente, se preguntó "dónde estaba mirando el gobernador del Banco de España" durante el Gobierno socialista, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, para no haber intervenido antes la entidad.

RESCATE

A Moscoso y al portavoz de la Entesa Catalana de Progrès, Joan Sabaté, el ministro les desmintió que la ayuda del Eurogrupo a los bancos españoles sea un rescate, puesto que la recapitalización de las entidades financieras, los préstamos y la compra de deuda no se consideran tales.

Además, ironizó que el comisario europeo de Competencia, Joaquín Almunia, "nos ha recordado amablemente que estamos bajo vigilancia", a lo que él repuso: "Claro", indicando que todos los países europeos se someten a las indicaciones de cada semestre. Pero esto no sería, contra lo que sugirió el portavoz de Amaiur, Rafael Larreina, una imposición de Bruselas, sino una decisión conjunta de todos los países miembros.

Además de Moscoso y Sabaté, también el portavoz del PNV, Iñaki Anasagasti, también recriminó al Gobierno que se empeñe en negar la palabra "rescate". Luego criticó también al ministro por no haber afeado el machismo de Arabia Saudí cuando asistió al funeral del príncipe heredero, a lo que Margallo le contestó que no era el momento de hacerlo.

Ambos interlocutores se enfrascaron en un cruce de ironías a cuenta de la conveniencia o no de que Rajoy y el ministro halaguen al Gobierno ucraniano con su hipotética presencia en la final de la Eurocopa de fútbol. El portavoz del PP, Roberto Soravilla, también entró en liza advirtiendo que la líder opositora encarcelada, Yulia Timoshenko, tampoco es "trigo limpio".

Finalmente, el representante de Izquierda Plural, José Luis Centella, quien regaló a Margallo un ejemplar del 'Manifiesto comunista' de Karl Marx y Friedrich Engels, rechazó que la armonización europea se haga "por abajo", adelgazando el Estado del Bienestar.

El ministro, quien hizo suyo el paradigma marxista de la lucha de clases, se mostró sin embargo escéptico de que pueda ayudar a resolver la crisis de la deuda soberana, y negó que la austeridad entre en colisión con el Estado del Bienestar. Ahora, dijo, sólo se están quitando "michelines", expresión con la que el expresidente del PNV, Xabier Arzalluz, se refirió una vez a los militantes de su partido que repudiaban la deriva soberanista del mismo en la primera década del siglo.

(SERVIMEDIA)
26 Jun 2012
KRT