“Creo que es difícil pensar que una campaña de este tipo se ha podido dar por generación espontánea, no sé si ha sido una venganza, pero me he sentido dentro de una persecución”, dijo en una entrevista concedida a la Cadena Cope y recogida por Servimedia. Dívar criticó, además, que esta “burda campaña” se haya metido en aspectos de su vida privada y religiosa.

A pesar de todo, el hasta ahora máximo representante del Poder Judicial dijo estar “en paz” con su conciencia y reiteró que todos los gastos particulares generados por los 32 viajes que cargó a las cuentas del Consejo por valor de 28.000 euros los ha abonado de su bolsillo. “Soy presidente de un poder del Estado, se ha querido mezclar todo”, afirmó.

Dívar explicó, asimismo, que viajaba a menudo a Marbella por ser Málaga su provincia de nacimiento y subrayó que “han sido 11 viajes en cuatro años, a menos de un viajes cada dos meses, no es tanto”. En estos desplazamientos asistía a actos como “conferencias o semanas jurídicas”.

“Una sola de las antiguas pesetas que pertenece a los caudales públicos tiene para mi carácter sagrado, más aún cuando hay gente con grandes dificultades”, señaló.

SUFRIR CON ALEGRÍA

El presidente dimisionario reconoció haber cometido un error al tardar tanto en comparecer ante los medios de comunicación tras iniciarse la polémica, pero indicó que está acostumbrado a “sufrir con cierta alegría”.

“Me he sentido solo en algún momento, muy pocas personas se han puesto de mi lado, pero muchas personas por la calle me han saludo me han dicho que estaban rezando por mi, todo esto me ha reconfortado”, dijo por último.

La dimisión de Dívar no se hará oficial hasta que se publique en el Boletín Oficial del Estado (BOE). A partir de ese momento, la presidencia del CGPJ será asumida de forma interina por el vicepresidente, Fernando de Rosa, mientras que el Supremo estará encabezado, también de forma temporal, por el magistrado Juan Antonio Xiol Ríos.