Según informa SEO/Birdlife, este bajo caudal produce el estancamiento del agua en charcas, reduciendo considerablemente la dinámica natural del río y sometiéndolo de forma artificial a un estiaje de varios meses que hace accesible las colonias de garzas a las personas y a los depredadores.

Añade que, de hecho, algunos puntos del tramo medio del río Tajo el caudal es cero, es decir, no fluye el agua. La organización denuncia que en gran parte esta circunstancia viene determinada por el trasvase Tajo-Segura, por el que ya se han trasvasado a la zona de Levante este año 248 hm3.

Como explica SEO/Birdlife, mientras el canal del trasvase lleva caudales de casi 15 m3/s, los espacios protegidos no lo llevan. Los trasvases se están realizando sin analizar el impacto que tienen sobre la red Natura 2000, de la cual forma parte el espacio afectado, circunstancia que vulnera las directivas europeas de conservación de la naturaleza.

Según la organización, los principales valores que se están viendo afectados son la población de aguilucho lagunero y las colonias de martinetes, garcillas bueyeras, garcetas y garzas imperiales.