Según Colegas, el menor tuvo que abandonar el centro escolar, y sufrió episodios de intento de suicidio y depresiones, ante el acoso reiterado de estos compañeros de instituto.

La sentencia culpabiliza a la víctima, aduciendo su "problemática personalidad" como la causante de los hechos denunciados, de los que, además, no constan pruebas contra los encausados. Además, el fallo señala que la víctima no ha identificado a otros compañeros que lo podrían haber acosado e insultado, y le reprocha un lenguaje “no correcto” hacia quienes presuntamente lo amenazaban.

“Es inaudito que cueste tanto probar un caso de bulling homofóbico. Es normal que si te hacen la vida imposible y un infierno, intentes defenderte incluso empleando la misma herramienta del insulto. Una prueba indudable y que el juez no ha tenido en cuenta han sido los intentos de suicidio y la depresión que muestran los efectos del drama de un intenso acoso por parte de sus compañeros”, afirma Antonio Ferre, presidente de Colegas.