En su último número Observatorio Económico, la entidad explica que con la información disponible del segundo trimestre de 2012 se “anticipa una nueva contracción de la actividad económica, aunque no una aceleración del deterioro”.

No obstante, subraya que “la persistencia de las tensiones financieras y el alto grado de incertidumbre podrían incidir con mayor intensidad en la evolución de la economía durante el tramo final del trimestre, dando lugar a un deterioro mayor”.

Por su parte, la demanda doméstica se ha visto afectada por el clima de incertidumbre, el proceso de consolidación fiscal y la persistencia de las tensiones financieras, especialmente en Europa.

En particular, desde BBVA apuntaron que “la aceleración del ritmo de destrucción de empleo sesgó a la baja el gasto en consumo de los hogares, mientras que los incentivos fiscales no han sido suficientes para cambiar la tendencia de deterioro en la demanda de vivienda”.

DÉFICIT

Respecto al déficit, el servicio de estudios de la entidad expone que aunque siguen apreciándose los efectos de las medidas de consolidación fiscal, los ingresos del Estado “no se recuperan”.

Así, de “no corregirse el efecto transitorio de los adelantos a otras administraciones públicas, el ajuste en el gasto en el Estado habrá de intensificarse si se quiere cumplir el objetivo fijado para final de año”.

Según BBVA, aunque la información del primer trimestre no es representativa del comportamiento del conjunto del año, el déficit de las comunidades autónomas muestra una “reducción importante” respecto a un año antes, que “de consolidarse durante los próximos trimestres, haría posible alcanzar el objetivo de final de año”.

“Dada la caída que se observa en los ingresos y la incertidumbre relacionada con el impacto que pueda tener el previsible deterioro de la actividad económica sobre ellos, será fundamental la ejecución incondicional de los compromisos de gasto”, advirtieron desde BBVA.