El portavoz del BNG en la Cámara Baja, Francisco Jorquera, considera que una medida como esta contribuye a un “reparto justo y equitativo” de los efectos de la crisis económica que implique, además, acabar con cierto rango de “provilegios fiscales”.

En la iniciativa a la que tuvo acceso Servimedia, la formación independentista señala que el Ayutamiento de Santiago de Compostela deja de percibir cada año unos 200.000 euros, que son los impuestos correspondientes a las propiedades de la Iglesia en la ciudad, con un valor catastral de 37,4 millones de euros.

El BNG establece en su iniciativa que los inmuebles sometidos al pago del IBI deben ser todos aquellos que no se dediquen directamente al culto o desarrollen una actividad social.

En esta última categoría se incluirían los comedores sociales, escuelas de trabajo social u otras actividades que no impliquen lucro. Sin embargo, todos aquellos que proporcionen beneficios a la Iglesia deberían “estar obligados a pagar impuestos”.

Jorquera señala que la Iglesia católica posee sólo en Santiago de Compostela 850.000 metros cuadrados de bienes de uso no religioso entre los que hay fincas, rectorales, pisos, iglesias, casas, escuelas, plazas de garaje, cementerios, suelo sin edificar o incluso bloques de viviendas que engrosan un censo de más de 200 propiedades.

Según indica la proposición, sólo el 22,7% del patrimonio inmobiliario del arzobispado es de uso religioso. En una situación de crisis grave que afecta a toda la población “que debe cumplir con sus obligaciones tributarias, resulta incomprensible que la Iglesia católica tenga el privilegio de no tributar a Hacienda por su enorme patrimonio”.

Por eso, el BNG pide la aplicación del IBI a la Iglesia, o en su defecto “negociar una compensación a los ayuntamientos (…) que podría consistir en la cesión gratuita de bienes inmuebles eclesiásticos que están desocupados o en la negociación de una cantidad económica”.