En las conclusiones del grupo de trabajo sobre España publicadas este viernes, la institución internacional sostiene que el respaldo de la Eurozona al sector financiero español es “una oportunidad” para que “de una vez por todas” se complete el proceso de saneamiento, reestructuración y recapitalización de los segmentos débiles del sector.

El Fondo sostiene que, pese a las “numerosas y relevantes” medidas adoptadas por el Gobierno, “la confianza de los mercados sigue débil y las perspectivas son muy difíciles”, por lo que advierte de que es “necesario continuar con el impulso reformista”.

Así, considera que completar la reestructuración del sistema bancaria y acompañarlo de las reformas en otras áreas “ayudará a restablecer la confianza y colocar de nuevo a la economía en la senda del crecimiento y el empleo”. No obstante, advierte de que “será clave la comunicación clara y coherente” de estas reformas por parte del Ejecutivo.

Sobre la cuantía del rescate financiero, el FMI sostiene que, incluso si alcanza la totalidad de los 100.000 millones de euros comprometidos por el Eurogrupo, “seguiría siendo manejable desde el punto de vista de sostenibilidad de la deuda”, pero sólo si previamente “se lleva a cabo el ajuste fiscal previsto”.

Por otro lado, el FMI exige a España que clasifique las entidades que forman parte del sistema financiero señalando aquellas que sean inviables.

Así, subraya que los bancos deberían clasificarse en aquellos que no necesitan apoyo, los que son viables pero necesitan ayuda del Gobierno, y los que no sean viables.

SUBIDA DEL IVA

En materia fiscal, el FMI denuncia que la desviación de las cuentas de 2011 "socavó la credibilidad de España para alcanzar la consolidación fiscal y aumentó el ajuste fiscal necesario para 2012". Además, apunta que la desviación se agravó por la "falta de datos actualizados y fiables".

La institución internacional también advierte de que la mayor parte de la consolidación prevista en 2013-2015 está basada en una reducción de gastos, "muchos de los cuales están aún por especificar".

El FMI apunta que la senda de déficit prevista en el Programa de Estabilidad debería ser menos ajustada en el corto plazo, siempre que logre el acuerdo de los socios europeos. En este sentido, apunta que una senda más suave sería "apropiada durante un período de extrema debilidad".

La organización que dirige Christine Lagarde dice a España que, dado el tamaño de la consolidación fiscal necesaria, "ninguna opción debe ser descartada".

Así, considera que las medidas por el lado de los ingresos deberían desempeñar un papel "más importante", en el sentido de reducir los beneficios fiscales y aumentar los ingresos de la imposición indirecta, especialmente sobre IVA e impuestos especiales. Además, el Fondo considera que estas medidas " deben tomarse ahora".

Para el FMI, la reducción de las cotizaciones a la Seguridad Social es "deseable", pero debería estar condicionada a la reducción del déficit, "por ejemplo, por debajo del 3% del PIB".

Con el objetivo de dar garantías de que el ahorro previsto se materializará, el FMI sugiere que futuros recortes en sueldos públicos y aumentos en el IVA o impuestos especiales podrían aprobarse ahora y cancelarlos sólo si los objetivos son alcanzados.

Al mismo tiempo, la institución que dirige Lagarde pide poner mayor énfasis en las privatizaciones para "suavizar" las proyecciones del endeudamiento público.

Por último, la organización reconoce que se han realizado "importantes" progresos en materia de transparencia fiscal, aunque los presupuestos regionales, los planes fiscales y la presentación de la información deberían ser "más homogéneos y fáciles de usar".

MERCADO LABORAL

En cuanto al mercado de trabajo, el FMI señala que valora “muy positivamente” la reforma laboral pero advierte de que “necesita tiempo para surtir efecto”.

En este sentido, critica que es necesaria una mayor moderación de los salarios ya que “todavía no son suficientemente sensibles a la muy elevada tasa de desempleo”.

Así, sostiene que el éxito de la reforma dependerá de su implementación y añade que podría “reforzarse”, con nuevas medidas que “reduzcan las diferencias entre la protección de los contratos indefinidos y temporales”, que “eliminen la indexación de los salarios” a la inflación, o que acaben con la “ultraactividad” de los convenios, es decir, el mantenimiento de sus condiciones mientras se negocia el nuevo acuerdo.

También insta al Ejecutivo a “considerar atentamente” si el sistema de protección de los desempleados da suficiente “formación e incentivos” a los parados y “si el uso de los subsidios ofrece la mayor eficiencia posible”.

El FMI también insta a los trabajadores y a las empresas que busquen una “solución cooperativa”, por la que los empleados “aceptarían una mayor moderación salarial”, mientras que los empresarios “trasladarían los ahorros en costes a precios y nuevas contrataciones”.