En el acto de presentación, la presidenta de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), Adelaida de la Calle, destacó “el papel de la Universidad como motor de ascenso y movilidad social”, una faceta que a su juicio no debe verse afectada por la crisis.

El informe destaca también la contribución del sistema universitario al conjunto de la economía, y asegura que “por cada euro invertido en Universidad, la sociedad recupera 1,63” en cuanto a generación de empleo, transferencia de tecnología, etc.

La población universitaria presenta una tasa de paro un 40% inferior a la media nacional, y sus índices de ocupación y de actividad son un 21 y un 12% mayores, respectivamente. Los egresados de la Universidad ganan de media un 60% más que el conjunto de los trabajadores españoles, subraya el informe.

Como datos positivos del sistema universitario nacional, la investigación resalta la mayor proporción española de adultos con estudios superiores (cinco puntos por encima de la media de la UE), la novena posición de España en cuanto a publicaciones científicas y el hecho de que de 200.000 universitarios existentes en 1975, este curso se superen los 1.600.000.

A cambio, la Universidad española presenta graves problemas de internacionalización (un 1,7% de estudiantes extranjeros frente al 6,5% de media en la UE), un escaso impacto de sus investigaciones, un índice de graduados que solo alcanza el 60% del promedio comunitario, fallos en la transferencia tecnológica y de conocimiento, y un exceso en la oferta de ciertas titulaciones.

A ello hay que añadir la falta de cooperación interuniversitaria (solo el 0,2% de los títulos son compartidos), la ausencia de evaluación y de transparencia, y un deficiente sistema de gobernanza y de rendición de cuentas.

DÓNDE ACTUAR

Por todo ello, el informe recomienda impulsar la internacionalización, la especialización y la excelencia del sistema; mejorar los mecanismos para captar fondos privados; reforzar la cooperación entre centros; aumentar la autonomía de las universidades a la hora de determinar la oferta de títulos, sus precios públicos y la contratación de profesores, y proponer nuevos mecanismos de evaluación de la calidad y de trasparencia.

El ministro de Educación, José Ignacio Wert, aseguró en el acto de presentación del informe que dichos puntos coinciden con los objetivos que el Ministerio propuso a la comisión de expertos encargada de analizar el sistema universitario para la “profunda reforma” que desea llevar a cabo.

El profesorado y el acceso a la carrera docente, los estudiantes, la excelencia, sistemas de financiación, evaluación y oferta académica son los principales ejes de trabajo, indicó.

De la Calle aseguró compartir la necesidad de mejorar el sistema universitario español, aunque indicó que los malos resultados en transferencia de conocimiento hacia las empresas “también se deben a falta de formación” en estas últimas.

“Hemos aumentado el número de patentes” y su aplicación en España sigue igual, dijo De la Calle, para quien hace falta “un cambio cultural en las empresas”.

”Cuando esto suceda, nuestro doctores encontrarán empleo fuera de la Universidad, estas serán los laboratorios de I+D+i de las empresas y la investigación básica se convertirá en aplicada para las necesidades del sector privado”, concluyó.