Sólo siete de cada cien conductores son capaces de manejar adecuadamente sus emociones al volante
- Tener un vehículo detrás muy pegado y los atascos, las cosas que más enfadan a los conductores
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Sólo siete de cada cien conductores tiene un control emocional correcto al volante, según concluye el estudio 'Zen Driving', desarrollado por Prevensis y galardonado por Unespa en el II Premio de Seguridad Vial.
A lo largo de más de un año, Prevensis ha medido el impacto real de las emociones en los conductores, su nivel de activación bajo situaciones de estrés y los elementos que reducen su atención y, por tanto, inciden en su riesgo de sufrir un accidente.
El estudio, presentado este lunes en rueda de prensa por Jesús Gómez, gerente de Prevensis, revela que sólo siete de cada cien conductores mantienen un control emocional correcto y equilibrado durante su recorrido. El control emocional es bajo o inestable en un 71,9% de los conductores y nulo en el 16,8%.
También se ha medido el impacto real de las principales distracciones al volante y entre los factores que más afectan a esa alteración se encuentran una conversación intensa por el móvil, que incrementa el riesgo de sufrir un accidente en un 41%, un altercado con otro conductor (37%) o una conversación tensa con su acompañante (26%).
Según el informe, el perfil común más positivo de un conductor sería el de hombre casado de entre 37 y 50 años, aunque ha quedado patente en la investigación que el control emocional alcanza la verdadera plenitud a partir de los 55 años. El perfil común negativo sería el del soltero menor de 32 años, siendo los más impulsivos los varones de menos de 25 años.
El estado civil influye bastante en los impulsos y, consecuentemente, en la velocidad, siendo los solteros los más despistados y los separados los más apresurados, quedando en un lugar intermedio y óptimo los casados o con pareja estable.
En cuanto al sexo, el perfil negativo superior se encuentra en mujeres, debido principalmente a la predisposición que presentan ante el volante, que es negativa en un 33% de los casos. En el caso de los hombres, la actitud negativa viene asociada a la ira, mientras que en el de las mujeres se relaciona con el miedo o la falta de seguridad.
El estudio demuestra también que dependiendo del estilo de conducción que se tenga, se modificará el estado emocional estresando el corazón en mayor o menor medida. Cuantas menos pulsaciones se tengan y mayor sea el índice PNN50 (variabilidad de la frecuencia cardíaca), el estado emocional será más relajado y más apto para una conducción segura.
EL 'RANKING DEL ENFADO'
El informe establece también un 'ranking del enfado'. Así, lo que más altera al conductor, por este orden, es tener un vehículo detrás muy pegado, los atascos, la prisa por llegar a un destino, los vehículos que intentan colarse en una retención o en una incorporación, los que circulan a una velocidad que se considera lenta y los que no facilitan las incorporaciones o los cambios de carril.
El estudio constata que, además de presentar una respuesta fisiológica agresiva, estos conductores multiplican por 2,5 el número de sanciones y aumentan el número de partes en un 30%.
Finalmente, el informe señala una serie de pautas y técnicas probadas que ayudan a la gente a una conducción más tranquila y segura, que varían y deben adaptarse a la personalidad de cada conductor.
La mayor parte de las técnicas son de comportamiento y de estilo de conducción sencillas y de aplicación simple, como por ejemplo dar una vuelta alrededor del coche antes de conducir, crear una frase que proyecte la motivación o técnicas de conducción preventiva como encontrar bien la postura o aprovechar las inercias del automóvil.
(SERVIMEDIA)
11 Jun 2012
JCV/gja