Así lo indicó Ron durante su intervención en la Junta de Accionistas de la entidad, quien indicó que tanto la cifra solicitada como la modalidad de financiación debe contribuir a una mejora.

También valoran que se excluya, "según nuestro Gobierno", cualquier condicionalidad adicional para el país, tanto en términos de nuevas reformas, como de ajustes fiscales u otros de carácter macroeconómico.

"Nos encontramos, pues, en una situación de profunda incertidumbre, que esperemos se alivie con las medidas adoptadas y la urgente conclusión de los trabajos de valoración y revisión en curso", puntualizó Ron.

En este sentido, el presidente de la entidad advirtió de que "es probable, aunque no deseable, que en tanto no se cierren los procesos de valoración y revisión abiertos, la incertidumbre siga dominando la visión de los mercados, y por supuesto, las cotizaciones de las compañías españolas".

"Hoy España sigue sin ser una marca atractiva para los inversores", lamentó Ron, quien apuntó que el problema de fondo no es la banca española. "Que nadie dude de que, lo que los mercados están pidiéndonos es confianza, decisión política para desarrollar sin dudas un proyecto europeo de integración fiscal, económica y social, en definitiva, más Europa", subrayó.

El primer ejecutivo de la entidad española también quiso dejar claro que para recuperar la confianza se necesita persistir en las reformas estructurales, reduciendo el déficit y volviendo al crecimiento económico.

"Y que tampoco nadie dude de que en este río revuelto de volatilidad se están llevando a cabo ataques especulativos contra el euro, sus integrantes –España en particular- y las propias instituciones financieras", denunció.

INCERTIDUMBRE REGULATORIA

Pero Ángel Ron se mostró especialmente duro contra la regulación financiera, tanto a nivel nacional como europeo. "Desde luego que nos preocupa la incertidumbre regulatoria, la inseguridad jurídica producto de múltiples cambios. Primero un stress test, luego otro; primero un Real Decreto, luego otro. Primero se da una cifra, luego esa cifra se multiplica".

Ron espetó al Gobierno que los poderes políticos y los reguladores "no se pueden plegar a las voces de algunos operadores de los mercados".

En este línea, Ron recordó que tal y como ha repetido Banco Popular "hasta la saciedad, hay que distinguir entre entidades viables y las que no lo son. Deberíamos haber empezado el proceso por esto, sin contaminar a las entidades sanas, ahora lo que pedimos es que se acabe cuanto antes con la incertidumbre generada por la valoración independiente".

"De poco servirá incrementar la solvencia de una determinada entidad a través de ayudas públicas si su modelo de negocio no es viable", explicó Ron, tras señalar que "no nos podemos permitir el lujo de sostener a costa del contribuyente a entidades no viables. El objetivo de la reforma debe ser preservar la competencia con entidades solventes y rentables, sometidas a la disciplina de mercado".

Por otro lado, Ron admitió que "nos preocupa también el empeño regulatorio en aprovisionar, 'por si acaso', créditos al corriente de sus obligaciones hasta niveles que en muchos países no se alcanzan ni siquiera en los préstamos morosos".

Por último, el presidente de Banco Popular manifestó que la realidad de los últimos días "no debe hacernos olvidar lo fundamental: Estamos en recesión, el nivel de paro es elevadísimo y la prima de riesgo toca máximos".