¿Qué diferencia has encontrado al escribir tu segunda novela con respecto a la primera, ‘Rojo amanecer en Lepanto’?

‘Rojo amanecer en Lepanto’ es histórica, lo que tiene la ventaja de que el contexto no hay que inventarlo, sino que hay que investigarlo. Además, te da la oportunidad de llevar a los lectores a otra época, que es algo muy interesante. Al estar ambientada en la actualidad, ‘El escalón 33' me ha dado la libertad de contar las cosas desde mi punto de vista.

¿Te costó mucho entrar en el mundo de la literatura al ser historiador?

Un poco. Siempre un historiador tiene una pequeña barrera al ponerse a escribir novela, porque puedes confundir los dos ámbitos.

¿Como ves el tema de la creación joven en España en estos momentos?

Creo que nunca se ha publicado tanta literatura como ahora. Se está publicando mucho porque las personas que escriben y tienen iniciativa están creando muchas editoriales pequeñas y publican de manera digital. El problema es vender, por la crisis y porque es muy difícil elegir entre todas las novedades que llegan a diario a las librerías.

¿Crees que por eso la mayoría de la gente opta por el ‘best seller’ de moda?

Sí, porque no se quieren arriesgar a comprar cosas nuevas. Sin embargo, creo que es mucho más sencillo buscar en páginas y foros donde se encuentra mucha información sobre libros y la opinión de otros lectores.

La portada de ‘El escalón 33' se eligió a través de Facebook, ¿crees que actualmente las redes sociales son primordiales para difundir la literatura?

Sí. La portada se ha elegido a través de Facebook. Ahora vamos a hacer otro concurso en esta red social, que consiste en unas preguntas que se pueden responder leyéndose las 50 primeras páginas del libro. También hay un concurso de fotografía con los escenarios del libro y un vídeo. En Twitter también hemos hecho actividades. Las redes sociales son clave para que los escritores nos demos a conocer.

¿Por qué elegiste a Silvia como personaje principal?

Quería que el protagonista de la novela fuera una mujer joven, que trabajara en Madrid, porque quería hacer una novela ambientada en la capital para reflejar los problemas que pueden tener los jóvenes viviendo en esta ciudad, ya que es maravillosa pero a veces puede ser muy agobiante. Quería reflejar también cómo son las relaciones en una gran ciudad, donde la gente viene y de repente se va a otro sitio. Por otra parte, la novela hace mucho hincapié en lo que nos cuesta percibir las cosas que tenemos alrededor y creo que una mujer, como personaje protagonista, trasmite mejor esa dificultad.

Precisamente los símbolos cobran mucha importancia en 'El escalón 33'…

Sí, la simbología y la intuición son dos de las claves de la novela. Los utilizo para hacer ver cómo se ha perdido en la sociedad la intuición y la capacidad de percepción. Pensamos en imágenes y somos muy visuales.

Hay mucho seguimiento de obras románicas en el libro, ¿por qué?

Sí, aparecen muchos castillos y elementos medievales como la muralla de Madrid. Preparando un trabajo fotográfico de castillos medievales me di cuenta de que no había ninguna novela ambientada en castillos. A mí me gustan mucho y creo que nos atraen a todos en general.

¿Qué crees que tienen los castillos de especial?

Tenemos la Edad Media muy idealizada y está muy de moda en la actualidad, con los mercados medievales y las películas y series ambientadas en esta época. El símbolo más visible que nos queda de esta época son los castillos, con lo que la mejor manera de viajar a esta época es visitar uno y, a ser posible, en ruinas. Cuando estás visitándolo, dejas volar la imaginación y parece que estás viviendo en el medievo.

En el libro aparecen también muchos elementos emblemáticos de Madrid como son La Biblioteca Nacional, el Rastro…

He querido recrear en la novela sitios emblemáticos de la capital con la idea de que se pueda hacer una ruta para visitarlos. Aparecen lugares que me gustan y que merece la pena conocer, como los barrios de La Latina y Lavapiés, donde viven los personajes de ‘El escalón 33'. También ambiento la historia en otros lugares con los que quiero jugar a través de la simbología, como la estatua del ángel caído del Retiro, que es muy curiosa porque representa al demonio. Me gustaría crear en los lectores la necesidad de ir a visitar los lugares que aparecen en la novela.

¿Te gustaría seguir en el mundo de la literatura en un futuro?

Sí. De hecho estoy trabajando ya en otra novela y con un libro de Historia.