Según informó Ferrovial, la planta, de 22.000 metros cuadrados de superficie, tiene capacidad para tratar anualmente unas 245.000 toneladas de residuos no peligrosos de construcción y demolición.

Los residuos que llegan a este centro son sometidos a procesos de trituración y clasificación con el objetivo de eliminar los impropios. Del material, una vez limpiado, se extrae un subproducto que puede ser comercializado para proyectos de construcción.

Las instalaciones cuentan con un sistema informatizado de control de vehículos, que permite el seguimiento detallado y permanente del origen, destino y caracterización de los residuos.