Durante la sesión de Control al Gobierno, Montoro indicó que dicho plazo de repesca se prolongará durante la primera quincena de junio con el objetivo de que los proveedores puedan cobrar durante el mes de julio.

El plan de proveedores contemplaba un máximo de 35.000 millones de euros que no se han llegado a cubrir, ya que las facturas presentadas a las comunidades autónomas y ayuntamientos que se han acogido al plan rondan los 27.000 millones.

Montoro destacó que el plan de proveedores, que empezará a abonar las cuentas pendientes mañana jueves, ha permitido identificar la deuda comercial no pagada por las administraciones públicas.

“Gracias a la clarificación de las cuentas públicas sabemos dónde estamos”, añadió Montoro, quien contrapuso este plan con “la opacidad del Gobierno anterior”.

Por último, señaló que “continuamos trabajando en la corrección del déficit público, que es la mejor garantía de que España superará las dificultades”.