Según informó la Federación de Asociaciones de Concesionarios de la Automoción (Faconauto), este descenso es achacable a que el mercado sigue acaparado por los segmentos más asequibles, como son los utilitarios y los compactos, lo que tiene más peso en el precio medio que pagan los españoles cuando van al concesionario.

“Estamos asistiendo a un cambio estructural de la demanda. Las familias compran modelos pequeños, más asequibles económicamente, no solo por el precio final, sino también porque no están sujetos al impuesto de matriculación, pagan menos seguro y permiten ahorrar gasolina”, señaló el presidente de Faconauto, Antonio Romero-Haupold.

En paralelo, aseguró que tanto concesionarios como marcas siguen con su política de incrementar el esfuerzo promocional para dinamizar las ventas a las familias, que son las que más están acusando la crisis que sufre el mercado.

El mes pasado, la promoción se situó en 2.600 euros por unidad, mientras que la media entre enero y abril se mantiene en los 2.900 euros por unidad.