Según la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, el dispositivo es el habitual para encuentros deportivos de alto riesgo como el de este viernes, en cuya planificación han intervenido también oficiales de los Mossos d’Esquadra y de la Ertzaintza.

El operativo incluye también el seguimiento policial de la manifestación que a la hora del partido ha convocado la Falange, que la Delegación del Gobierno trató de aplazar sin éxito a otra jornada para evitar en lo posible eventuales incidentes entre aficionados catalanes y vascos y elementos radicales de la formación de ultraderecha.

En el dispositivo organizado con motivo del partido de fútbol participan un total de 2.500 efectivos, de los que 1.500 son del Cuerpo Nacional de Policía y el resto repartidos entre Policía Municipal de Madrid, seguridad privada de los propios equipos de fútbol y miembros de Protección Civil y del Samur, con la colaboración de la Ertzaintza y Mossos d'Esquadra.

Dado que las aficiones proceden de fuera los dispositivos no se centran exclusivamente en el estadio, sino también en la llegada de autobuses y de trenes, en las zonas habilitadas para las aficiones en Madrid Río, en el acceso al Vicente Calderón o en las estaciones de Metro.

Está prevista la llegada de aficionados del Barça en cinco trenes especiales de AVE y en tres trenes especiales los de Bilbao, a los que se añaden más de 170 autocares. En total, se esperan más de 50.000 aficionados.