Unos proxenetas obligaban a mujeres a avalar con sus bienes la deuda contraída con la banda

MADRID
SERVIMEDIA

La Policía Nacional ha desarticulado en Madrid y Huelva una banda de proxenetas que obligaba a las mujeres a avalar con sus bienes el dinero que debían a la organización delictiva por haberlas traído a España.

Según informó la Policía, en el marco de esta operación se ha detenido a ocho personas. Se han intervenido diversos cuadernos con anotaciones del control sobre la explotación de las mujeres; 6.370 euros en efectivo; material informático y documentación relacionada con los delitos investigados.

La organización desarticulada explotaba sexualmente a las mujeres en dos clubes de alterne de Huelva, un piso de citas de Madrid y “a domicilio”.

Las víctimas debían firmar un contrato privado mediante el que perderían sus propiedades en Sudamérica si no hacían frente a los pagos a la organización. Además, los miembros de la red facilitaban a las chicas una guía con las indicaciones a seguir para cruzar con éxito los puestos fronterizos del espacio Schengen.

AVALAR CON LA CASA

La investigación se inició en Huelva, a partir del testimonio de una de las víctimas de la red. Esta mujer, de origen sudamericano, denunció la situación en la que se encontraba tras sufrir una agresión sexual por parte de uno de los proxenetas del local donde era obligada a ejercer la prostitución.

La Policía averiguó que, una vez en España, las víctimas eran obligadas a ejercer la prostitución. Además, debían firmar un contrato privado mediante el que se acordaba que la deuda contraída debía contar con un aval -generalmente una vivienda en sus países de origen- y ser saldada en el periodo de un año. Si las mujeres explotadas no conseguían devolverla a tiempo, la banda se apropiaba de los inmuebles.

Las mujeres eran explotadas sexualmente en locales de alterne de la provincia de Huelva y en un piso de la localidad de Madrid que anunciaba sus servicios en Internet. Los miembros de la banda se encargaban también de realizar el traslado de las mujeres si los servicios eran requeridos “a domicilio”.

En estos locales facilitaban sustancias estupefacientes tanto a los clientes como a las mujeres explotadas. Las mujeres recibían constantes amenazas y eran víctimas de lesiones e incluso de agresiones sexuales para obligarlas a ejercer la prostitución.

(SERVIMEDIA)
23 Mayo 2012
NBC