La investigación, que estudió los casos de 6.000 escolares de ambos sexos, con edades comprendidas entre los 4 y los 17 años, concluye que e factor de riesgo más importante es el alto nivel de colesterol que presenta el 21 por ciento de los niños, seguido de la hipertensión, que padecen el 7 por ciento, y de la obesidad, el 4 por ciento.

La necesidad de prevenir desde la infancia el desarrollo de las enfermedades cardiovasculares, que constituyen el principal factor de mortalidad en los países desarrollados, llevó a las autoridades sanitarias navarras a analizar durante cinco años la situación epidemiológica de los niños y adolescentes dela comunidad.

La investigación proseguirá este año en una segunda fase, con el estudio de la incidencia de los factores genéticos y ambientales.

El jefe de Pediatría de la Clínica Universitaria de Navarra, Ignacio Villa, insistió en la necesidad de cambiar los hábitos nutricionales de los niños, "evitando el sedentarismo e intentando que desde pequeños hagan deporte diario y sistemático y con eso evitaremos desde la etapa infantil el riesgo cardiovascular que va a tener el adulto".

En su opiión, existe un desequilibrio alimenticio en favor de las grasas y en detrimento de los hidratos de carbono, lo que habrá que corregir para evitar el desarrollo de enfermedades del corazón.

La doctora Elkarte, coautora de la investigación, señaló que las tasas elevadas de colesterol se producen en algunos niños "porque comen mal, pero en otros se dan porque tienen alteraciones en el metabolismo y coman lo que coman siempre tendrán un nivel de colesterol elevado", por lo que hay que estudiar la influenca de factores de tipo ambiental o genético.

Todos esos consejos sobre los hábitos de vida sanos han sido recogidos en un manual práctico para la prevención de las enfermedades cardiovasculares desde la infancia, elaborado por los doctores Villa, Elkarte y Sada, que ha sido repartido a todos los pediatras del país.