La encuesta, realizada por la Fundación Bertelsmann y presentada hoy en Madrid, concreta que a pesar de este miedo, sólo un 4% están preocupados por la precariedad laboral. Según los expertos de esta fundación, éste dato se explica porque hay tal falta de empleo, que lo único que la juventud quiere, al igual que el resto de la sociedad, es un trabajo.

Sobre la política y el Estado, la presidenta de la Fundación Bertelsmann, Lis Mohn, dijo que “están muy mal valorados”. Tanto es así, que los jóvenes han puntuado a los partidos políticos con 3,8 puntos sobre una escala de 10, y a los políticos con 3,6 puntos sobre esos 10, lo que Mohn Calificó de “muy alarmante”.

Además, el estudio “ha echado por tierra algunos prejuicios de la juventud española”, afirmó Mohn. “Hemos permanecido sin conocer la voluntad y el potencial de trabajo de la población española”, continuó.

PREFERENCIAS LABORALES

Así, el 59% de los jóvenes habían contemplado la creación de su propia empresa, y un 25% de ellos acusaban la falta de recursos económicos para no hacerlo.

Sin embargo, la opción de pertenecer al sistema de funcionariado español no encuentra gran predicamento entre los jóvenes, y una de las causas puede ser que no les guste el sistema político existente, si bien, esta opción ocupa el tercer lugar.

Además, el 72% de los encuestados consideran la posibilidad de formar parte de una organización benéfica o sin ánimo de lucro. Para Lis Mohn, esto “demuestra el valor de la educación que han recibido” esos jóvenes, y lo califica de “memorable”.

Por eso, para la presidenta de la Fundación Bertelsmann estos datos quieren decir que la juventud española “está esperando para poder participar, para poder tomar en sus manos el camino hacia el futuro”. Por eso, apostó por "detectar los obstáculos que pueden imponerse entre los jóvenes y el futuro".