La iniciativa reproduce otra aprobada días atrás en las Cortes Valencianas con el respaldo de todos los grupos parlamentarios, por lo que Puig confía en que el PP también la apoye en el Congreso de los Diputados.

Los socialistas valencianos denuncian que su comunidad está “a la cola” de la financiación autonómica, el PP ha gestionado de forma “terrible” los recursos públicos valencianos, y tras una semana “trágica” el sistema financiero en Valencia ha quedado “finiquitado”.

Puig recordó que cuando los socialistas salieron de la Generalitat, los valencianos tenían dos de las principales cajas de España, Bancaja y la CAM, además del “potente” Banco de Valencia.

De eso apenas queda nada, denunció, pero la Comunidad Valenciana sigue necesitando un banca “de proximidad”, conocedora de sus sectores productivos, muy vinculados a la microempresa.

Puig responsabilizó de la situación al PP por el cambio legislativo que en 1997 permitió a ese partido “ocupar” las cajas con dirigentes políticos, con un resultado que se ha demostrado como un “desastre absoluto”.

La Comunidad Valenciana está “económica y políticamente intervenida de facto” porque no puede tomar decisiones sin el aval del Estado, aseguró, y los valencianos viven en total “incertidumbre”, por ejemplo ante la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera.

Los valencianos han perdido once puntos de renta per cápita y están “a la cola” en gasto sanitario por habitante, y en esas condiciones, alertó Puig, los recortes aprobados por el Gobierno de Mariano Rajoy resultan “inasumibles”.

Hace falta, por ello, concluyó, un mayor liderazgo desde la Generalitat Valenciana, con capacidad de dialogar con los sectores y agentes sociales, con las demás fuerzas políticas y con el Gobierno central para hacer frente a una situación claramente “excepcional”.