300 entidades representadas por las plataformas estatales y autonómicas de respuesta al VIH y sida denunciarán en la calle, en Barcelona, en el Parc de Ciudadella; en Madrid, en la Puerta del Sol; en Valencia, ante la Consellería de Sanidad; en Pamplona, ante la sede del Gobierno, y en Santa Cruz de Tenerife y en Las Plamas de Gran Canaria, ante sedes de la Consejería de Sanidad, los efectos que sufrirán los enfermos de sida por los recortes de Sanidad.

Los organizadores de estos actos, entre los que se encuentran las ONG Cesida, Funsida, Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (Felgtb) y Médicos del Mundo, aseguran que estos recortes tendrán "graves consecuencias para las personas que viven con el VIH".

Además, agregan estas ONG, "el retraso en la convocatoria anual de subvenciones para programas de prevención y de detección precoz de VIH ha obligado a muchas organizaciones a paralizar los programas e incluso a cerrar los servicios y centros de atención a las personas con VIH".

Por su parte, Seisida asegura que estos recortes "suponen un retroceso de 30 años en el VIH y el sida. Eliminar los servicios sociales y sanitarios esenciales conllevará un aumento en el número de personas con VIH y que la epidemia tome un rumbo incontrolable y desconocido. No tratar, así como no diagnosticar, no sólo afecta las personas que son portadoras del VIH. Es una cuestión de salud pública".

"A pesar de los esfuerzos que se han hecho desde que en 1981 se creara el Plan Nacional del Sida (PNS), todavía hoy se estima que cada año se infectan más de 3.000 personas", asegura Seisida. "Este número podría duplicarse e incluso triplicarse en una situación como la actual. Y no hay que olvidar que los costes médicos directos de los pacientes diagnosticados de forma tardía son casi el doble que los de los pacientes diagnosticados en las fases iniciales de la infección".