En declaraciones a Servimedia, Arnaldo dijo que cobrar peaje en las autovías supone "resucitar una fórmula ampliamente superada, como es el derecho de portazgo medieval", consistente en que los carruajes debían pagar al pasar por un punto determinado.

"Creemos que esto tiene unos efectos negativos para el desarrollo de las comunicaciones y, además, fomenta la insolidaridad entre los territorios", añadió el presidente de AEA, quien considera que este debate no lo ha originado el Gobierno, sino las concesionarias de las autopistas de peaje.

En su opinión, el problema no está en que sea necesario cobrar un peaje para el mantenimiento de las infraestructuras, que los automovilistas ya sufragan con sus impuestos, sino en el déficit acumulado por las mencionadas concesionarias y la pérdida de clientes de dichas autopistas, cifrada en 4.000 millones de euros.

Arnaldo alertó igualmente de que las autopistas portuguesas donde se ha implantado esta fórmula han perdido entre un 30 y un 50% de usuarios, con el consiguiente "parón" de la actividad económica, y pidió a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, que deje claro que no se va a cobrar por el uso de las autovías de la región.