La compañía obtuvo entre enero y marzo unos ingresos de 32.400 millones de dólares, lo que supone 700 millones menos que en el mismo periodo de 2011.

Su beneficio operativo antes de impuestos se situó en los 2.300 millones de dólares, lo que representan un descenso de 544 millones con respecto al año anterior, aunque mantiene una “línea de estabilidad”, indicó Ford en nota de prensa.

Asimismo, los ingresos netos en el periodo registraron una bajada de 12.000 millones de dólares respecto al mismo periodo del año anterior hasta situarse en 14.000 millones de dólares, y el beneficio antes de impuestos de la actividad automotriz cayó 294 millones quedándose en 1.800 millones de dólares en el trimestre.

No obstante, la compañía destacó sus resultados en el mercado norteamericano en donde el beneficio antes de impuestos se situó en 1.200 millones de dólares, 289 millones más que en 2011 y se constituye como el trimestre de mayor beneficio de la década en la región para Ford.

Por el contrario, en Europa Ford cerró el primer trimestre de 2012 con pérdidas de 149 millones de dólares frente al beneficio de 293 millones de dólares en el mismo periodo del año pasado.

De esta forma, la cifra de negocio de la compañía bajó en Europa el 17,2% hasta situarse en 7.200 millones de dólares y sus ventas, 372.000 vehículos, se redujeron un 16%.

A pesar de los datos, Ford prevé que la tendencia cambie durante la segunda mitad del año tras el lanzamiento de nuevos modelos, la reducción de stocks y los programas de reducción que la compañía ha puesto en marcha.