Rajoy avanzó esta posibilidad tras reunirse en Moncloa con el secretario general de la OTAN, alianza que definió como “la piedra angular de nuestra seguridad colectiva” y una “prioridad para España”. Según su testimonio, quiso convencer a Rasmussen de que España es un socio “fiable” que seguirá respondiendo “con solvencia” a sus compromisos internacionales.

Una vez constatada su eficacia en Libia, Rajoy defendió la labor española en Afganistán, sobre cuyo futuro versará la cumbre de mayo de la OTAN en Chicago que preparó en su encuentro con Rasumussen. Para la situación posterior a 2014, cuando expira la misión de la OTAN, adelantó que “requerirá una sólida base juridica y tendrá que ser cuantitativa y cualitativamente diferente” al enfoque actual.

El presidente del Gobierno también reiteró su apoyo al sistema antimisiles de la OTAN, al que será adscrita la base naval de Rota, algo para lo que “pronto” se modificará el convenio de defensa con Estados Unidos, de acuerdo con lo firmado por el Gobierno anterior con el apoyo del PP. En general, se mostró favorable a proyectos conjuntos de este tipo, englobados bajo el concepto de ‘smart defense’, para evitar duplicidades y maximizar los recursos.

Rajoy se mostró también muy interesado en la renovación de las relaciones entre la OTAN y Rusia y en que la Alianza preste atención a los cambios surgidos de la llamada primavera árabe. Además de todo esto, el presidente del Gobierno expresó su pesar a las familias de los dos militares fallecidos en el accidente aéreo ocurrido esta mañana cerca de Alcalá de Henares.