Según un comunicado divulgado por la eléctrica, estas centrales estarán situadas en Los Llanos de Aridane y Las Manchas, con el objetivo de garantizar el suministro eléctrico y recuperar la normalidad “lo antes posible”.

La central de Los Llanos de Aridane se encuentra en estado “avanzado” de montaje y tendrá capacidad para suministrar 9 megavatios (MW), una potencia suficiente para abastecer a la totalidad de la población de la zona. Estas instalaciones entrarán en funcionamiento solo si se produce un fallo en las redes actuales que están siendo alimentadas por la central térmica Los Guinchos.

Desde Endesa detallaron que esta central térmica portátil ocupa doce contenedores de “considerables” dimensiones que fueron trasladados desde Italia, Alemania y Bélgica. Los operarios prevén finalizar durante los próximos días el tendido de la línea subterránea de media tensión que conecta el punto de Hermosilla con la subestación Valle de Aridane.

Respecto a la central de Las Manchas, Endesa avanzó que su instalación comenzará “en breve” para suplir la línea que anillaba a nivel eléctrico el norte con el sur de La Palma y que, según los técnicos de la compañía, “ha quedado totalmente rota”. Esta infraestructura de emergencia podría suplir de forma provisional ese circuito anillado, con una potencia de 4 MW.

En la actualidad, Endesa y las autoridades del gobierno insular y autónomo estudian cuáles podrían ser las nuevas rutas para recomponer las líneas de electrificación en La Palma, aunque la intervención “está aún muy pendiente de las condiciones de la lava que ha alcanzado una altura que supera los diez metros en determinadas zonas donde antes se alzaban torres y postes eléctricos”.

Cabe recordar que la erupción del volcán de Cumbre Vieja se ha llevado por delante 130 kilómetros de líneas eléctricas de Endesa, además de 85 torres de media tensión, 1.500 postes de madera de baja tensión y 19 centros de distribución.