Según informa Dvuelta, el pasado martes, la directora general de Tráfico, María Seguí, informó a la Comisión de Seguridad Vial del Congreso de que se estaba produciendo un acusado descenso en el número de multas debido a que muchos radares no se encuentran operativos por estar estropeados o deficientemente mantenidos.

"Tres cuartas partes de los dispositivos de control de la velocidad (donde se encuentra la mayoría de los radares ahora inoperativos) están actualmente en las vías donde menos siniestros se registran, las autovías y las autopistas, mientras que únicamente un 20% de ellos se radican en las vías secundarias, donde se concentra el 80% de los fallecidos por siniestros", indica la asociación.

En su opinión, este dato acredita el carácter meramente recaudatorio de los radares, cuyo uso preventivo se relega a un segundo plano pese a su evidente utilidad en los tramos más peligrosos de la red de carreteras.

Por ello, Dvuelta estima que, ahora que hay que revisar centenares de cinemómetros inoperativos, debería estudiarse su reubicación en tramos peligrosos, tal y como se comprometió recientemente María Seguí.