Según el Cermi, esta "nula" atención "se evidencia en el marco de apoyos existente para los trabajadores con discapacidad que desean establecerse como autónomos, desarrollando su propio negocio, y que reciben muchas menos ayudas públicas que las empresas que contratan a trabajadores con discapacidad por cuenta ajena".

Este trato diferenciado, continúa el comité, desincentiva "claramente" el espíritu emprendedor entre las personas con discapacidad, "que se enfrentan con muchos más obstáculos que el resto de emprendedores a la hora de poner en práctica sus iniciativas económicas y sociales".

Sin embargo, el Cermi explica que, "a pesar de este paupérrimo marco de apoyos, casi mil personas con discapacidad se convierten en autónomos cada año en España, lo que indica que existe un espíritu emprendedor entre esta parte de la ciudadanía, que es necesario estimular y acompañar".