Castilla y León. Detenido un menor que denunció un "secuestro- exprés" en Burgos para ocultar un delito
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Agentes de la Policía Nacional han detenido a un menor que denunció un "secuestro-exprés" para ocultar un robo, según informaron esta sábado fuentes de la Guardia Civil.
Los hechos tuvieron lugar el pasado miércoles, cuando se denunció la desaparición de su domicilio de un menor de 16 años que apareció a las pocas horas asegurando haber sido objeto de una detención ilegal y de maltrato por parte de cuatro personas (tres varones y una mujer) que le retuvieron, maniatado, en un local próximo a la ciudad de Burgos.
Durante el interrogatorio que se le realizó en comisaría, el menor hizo una pormenorizada descripción física de los individuos que le habían secuestrado, así como de los vehículos que habían utilizado para trasladarle al mencionado local.
Asimismo, facilitó como posible causa de su secuestro la coacción para que no delatase a otras personas con las que habría perpetrado un robo en una iglesia a principios del pasado mes de marzo, delito por el que ya fue detenido por la Guardia Civil.
Ante la gravedad de la denuncia, especialmente teniendo en cuenta que el protagonista del suceso era un menor, la policía realizó un exhaustivo análisis de los datos aportados por el muchacho y por los testigos que pudieran haber presenciado el secuestro.
El análisis del local donde decía haber sido retenido y de su ubicación indicaban que, en principio, no era el lugar idóneo para retener contra su voluntad, y de forma discreta, a ninguna persona. Además, no fue posible encontrar testimonio de ninguna actividad insólita en el entorno del domicilio del menor, donde manifestó haber sido secuestrado. Ninguna persona recordaba que hubiese ocurrido nada anómalo en el horario y lugar donde presuntamente se cometió el rapto, algo extraño si se tiene en cuenta la hora de la tarde en la que ocurrieron los hechos, con mucha gente en la calle y lo llamativo del vehículo utilizado.
Los agentes observaron también que, pese a lo manifestado inicialmente por el médico que atendió al chico de sus heridas, éstas no parecían cuadrar con las erosiones que se pueden producir al inmovilizar a una persona.
Por todo ello, los investigadores pidieron al menor que aclarase o matizase alguno de los datos aportados y éste empezó a contradecirse con lo declarado anteriormente, reconociendo más tarde que todo lo dicho en un principio era falso.
Lo que había ocurrido en realidad era que el muchacho, junto con cuatro amigos, había entrado a robar a un merendero cerca de Burgos y, cuando estaban dentro de la finca, fueron sorprendidos por un perro guardián. En la huida se golpeó repetidamente contra los objetos del merendero y la valla perimetral y se refugió en otro local cercano, donde permaneció hasta el día siguiente, tras asegurarse de que ni el perro ni ninguna persona estaban cerca. Cuando llegó a casa, estaba tan magullado y cansado que se quedó dormido en la entrada, siendo sorprendido de esta forma por su padre, a quien contó que había sido secuestrado para justificar su estado. El joven ha sido puesto a disposición judicial.
(SERVIMEDIA)
14 Abr 2012
JCV/man