El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha adelantado que quiere impulsar una reforma del Código Penal que equipara el castigo para actos vandálicos al terrorismo callejero para poner coto a "la espiral de violencia" de los colectivos antisistema que usan técnicas de "guerrilla urbana".

Los socialista aseguran en su iniciativa que "lo que un Estado no se gasta en educación y prevención, inevitablemente lo gastará en represión".

Insisten en que la sociedad no puede "desentenderse" de sus jóvenes y que tiene la obligación de incorporarlos. En este momento, indica, "los jóvenes no tienen fácil su inserción plena en la sociedad" y eso precisamente puede estar "en el origen de algunos de los comportamientos incívicos que actualmente vemos en nuestras ciudades".

Aunque los socialistas sostienen que "las dificultades no justifican los comportamientos callejeros violentos", reiteran su interés en que "el espacio público tenga calidad democrática".

Encuentran que un simple endurecimiento del castigo y la posibilidad de aplicar prisión preventiva a los responsables no es una solución y piden al Gobierno que "establezca un diálogo con los demás grupos parlamentarios para abordar la necesidad y contenido de reformas penales que inciden de una manera directa en el ejercicio y desarrollo de derechos fundamentales".