En una rueda de prensa, Peral consideró que existen circunstancias suficientes para justificar una actuación de este tipo tal y como se produjo ya en Iberia en 2001, cuando Federico Durán se encargó de la elaboración de un laudo arbitral entre la empresa y el sindicato de pilotos.

Para Peral, “no hay posibilidad de negociación en el ámbito natural donde debería resolverse esto que es la empresa”. “La empresa cierra cualquier posibilidad de negociación”, añadió Peral, quien explicó que, además de rechazar la mediación de Manuel Pimentel, se negó a aceptar un arbitraje voluntario, algo que sí acepta el sindicato de pilotos.

Además, denunció que “se trata de un ataque al interés de España y de su industria estratégica aérea”, ya que según los pilotos, British Airways trata de convertirla en una pequeña empresa “low cost” suya en el sur de Europa.

“Siguen con el plan de segregar y destruir Iberia encargado por los británicos”, prosiguió Peral, quien indicó que el objetivo de la dirección “es entregarle los trozos de Iberia a British para que financie su crecimiento y desarrollo”. A este respecto, reiteró que la creación de Iberia Express supondrá, cuando llegue a operar 40 aviones, el despido de unos 8.000 de los más de 20.000 empleados de Iberia.

Por último, destacó que la jornada de huelga discurre con normalidad, ya que se cumplen el 100% de los servicios mínimos.