Según informó el organismo en un comunicado, el colchón de capital para EISM es un requerimiento macroprudencial cuyo principal objetivo es mitigar los efectos sistémicos adversos que este tipo de entidades pudiera eventualmente ocasionar al sistema financiero, mediante el reforzamiento de su capacidad de absorción de pérdidas.

Este requerimiento contribuye a incentivar una prudente asunción de riesgos y también a compensar la posible ventaja competitiva de este tipo de entidades en los mercados de financiación debido a su relevancia sistémica.

Para la identificación de EISM resulta de aplicación la metodología desarrollada por el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea (BCBS) con la que se estima la importancia sistémica mundial de una entidad a partir de variables relacionadas con su actividad y modelo de negocio (en concreto, el tamaño por volumen activos, la sustituibilidad y complejidad de los servicios prestados, las interconexiones con otras entidades financieras, así como el volumen de su actividad internacional) en relación con las mayores entidades bancarias a nivel mundial.

A partir de datos a 31 de diciembre de 2020, el Banco Santander es designado como EISM al obtener una puntuación general de importancia sistémica de 192 puntos básicos (pb). En consecuencia, queda clasificado dentro de la subcategoría en la que ya se encontraba en ejercicios anteriores, por lo que continuará estando sujeto a un requerimiento colchón de EISM de capital de nivel 1 ordinario (CET1) equivalente al 1% de su exposición total al riesgo (activos ponderados por riesgo o APR) en base consolidada.

De acuerdo con la normativa, el colchón de capital efectivo exigible al Santander en 2023 como entidad de importancia sistémica será el mayor entre el presente colchón EISM y el colchón que más adelante será fijado para esta entidad en su condición de Otra Entidad de Importancia Sistémica (OEIS) para dicho ejercicio.

La decisión adoptada ha sido previamente notificada al Banco Central Europeo (BCE) y a la Junta Europea de Riesgo Sistémico. Asimismo, la propuesta fue comunicada con antelación a la Autoridad Macroprudencial Consejo de Estabilidad Financiera (Amcesfi).

La próxima decisión de EISM (que determinará el colchón asociado de capital correspondiente a 2024) será adoptada previsiblemente a finales de 2022, en línea con los plazos y prácticas habituales de otras autoridades nacionales en la Unión Europea.