Amnistía advierte de que celebrar el Gran Premio de F1 en Barhein da alas a su Gobierno

- Lo puede interpretar como “una vuelta a la normalidad”, alerta

MADRID
SERVIMEDIA

Las manifestaciones contra la monarquía y en demanda de derechos humanos y libertad se repiten de forma cotidiana en Bahrein, donde el Gobierno sigue reprimiendo dichas protestas con la misma violencia con que actuó en las revueltas de febrero y marzo de 2011.

Así lo pone de manifiesto un informe de Amnistía Internacional, que alerta de que la decisión de celebrar el Gran Premio de Fórmula 1 en Bahrein podría ser interpretada como un apoyo internacional por sus autoridades.

Por este motivo, la organización decidió adelantar este viernes un avance de la citada investigación, en el que pide a la comunidad internacional “no cerrar los ojos ante las violaciones continuas de derechos humanos”.

Según el informe, las reformas prometidas y “ampliamente publicitadas” son muy superficiales y se han quedado a medio camino; continúa el uso desmedido de la fuerza por parte de la policía antidisturbios (a veces con resultados fatales); la discriminación política persiste, y las detenciones y desapariciones de opositores son habituales.

La monarquía de Bahrein está más preocupada por “invertir en relaciones públicas para recuperar su imagen que en poner en práctica las reformas prometidas”, destacó Amnistía.

En los tres últimos meses, la presencia policial en la calle y la violencia de algunos manifestantes han aumentado de forma muy alarmante, prosigue, y sin embargo las autoridades del emirato “están locas por mostrar una imagen segura y pacífica del país, para atajar así las críticas internacionales”, subraya Amnistía.

Dado que el año pasado el Gran Premio de F1 se suspendió “por razones de seguridad”, si en 2012 se celebra “el Gobierno lo interpretará como la vuelta de los negocios y, por tanto, de la normalidad”, concluye la organización defensora de los derechos humanos.

(SERVIMEDIA)
13 Abr 2012
AGQ/caa