Estos contactos formales se retoman después de haberse reunido ininterrumpidamente entre el lunes y el viernes, cumpliendo así con el objetivo de los negociadores de intensificar el diálogo para tratar de llegar a un acuerdo “lo antes posible”. Además, el encuentro de este lunes se producirá a solo nueve días del último Consejo de Ministros ordinario del año, fijado para el 28 de diciembre, aunque el Ejecutivo ha programado sesiones extraordinarias los viernes.

Precisamente, la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, se mostró esta semana “optimista” acerca de las posibilidades de alcanzar un acuerdo en la mesa del diálogo social, aunque avisó de que conoce “bien” a los interlocutores sociales y es posible que “apuren” los plazos.

Eso sí, el secretario general de CCOO, Unai Sordo, aseguró esta semana que “hay que tratar de cumplir” el plazo de acordar la reforma del mercado de trabajo antes de final de año, si bien advirtió de que “una negociación de esta importancia no debería caerse por cuatro días arriba o abajo”.

PLAZO

"Una regulación de esta importancia no solo tiene que hacerse rápido, sino que tiene que hacerse bien. Incluso técnicamente tiene que hacerse muy bien”, insistió Sordo, quien comentó que el plazo “no es una línea roja”.

“Si acabamos la semana que viene, estupendo, y si no, habría que seguir negociando, pero llevamos ya tiempo y esperemos poder resolver en plazo”, aseveró Sordo.

Por su parte, durante esta semana, el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, señaló que, para que haya acuerdo, deben atenderse cuestiones prioritarias para los sindicatos como recuperar la ultractividad de los convenios y la prioridad aplicativa de los convenios sectoriales sobre los de empresa.

En este sentido, la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) convocó para este pasado miércoles una reunión extraordinaria de su Comité Ejecutivo para analizar la marcha de las negociaciones, un encuentro en el que, según explicó el presidente de ATA y vicepresidente de la propia CEOE, Lorenzo Amor, “no se entró en ningún tipo de debate porque lo que se hizo fue informar de cómo van las negociaciones”.

Además, el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, advirtió de que si el resultado de la negociación de la reforma laboral “no es razonable” tendrán que “decir que no”, pese a que afirmó que seguirán “sentados” en la mesa del diálogo social hasta el final para tratar de alcanzar un acuerdo.

A su juicio, es necesario mantener el “espíritu” de la reforma laboral de 2012 para que se garantice la “flexibilidad” que necesitan las empresas para poder mantener y crear empleo.

No obstante, según los últimos detalles de la negociación que han trascendido, se estaría negociando un contrato fijo para la construcción en el marco de las medidas para reducir la temporalidad.