El Cermi pide nuevos mecanismos legales para cumplir la obligación de contratar a personas con discapacidad

MADRID
SERVIMEDIA

El Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi) considera que se deben diseñar otros modelos de respuesta legal para cumplir la ley que obliga a las empresas de más de 50 empleados a que al menos el 2% de la plantilla sean personas con discapacidad.

Dichos mecanismos, que deben ser “sencillos y poco burocráticos pero eficaces”, deben crearse, según el Cermi, porque hasta ahora el Gobierno de España y las comunidades autónomas “han sido laxos y no han aplicado con vigor los mecanismos a su alcance para hacer efectiva la Ley”.

Así se expresa el presidente del Cermi, Luis Cayo Pérez Bueno, en una entrevista publicada por la revista "Gestión de Compras", donde también recuerda que, además de concienciar, realizar inspecciones de trabajo y sancionar, la labor de los gobiernos es informar, orientar, facilitar el cumplimiento y enseñar prácticas modélicas. En este sentido, asegura que “no basta con lamentarse, sino que hay que actuar creativamente”.

Actualmente, las medidas para asegurar el cumplimiento de ese deber no son las mejores. El incumplimiento de la reserva del 2% se sanciona como infracción social grave, que lleva aparejada solo una sanción económica no muy cuantiosa. Pero cuando se impone no tienen efectos disuasorios, ya que “la sanción impuesta puede irse en el tiempo años, sin que haya sido efectiva”, asegura.

Por este motivo, Pérez Bueno anima a los empresarios a que “se enriquezcan introduciendo diversidad en sus negocios, pareciéndose al mundo al que quieren vender sus productos y servicios”. “Que hagan la prueba, y después que juzguen”, afirma.

En su opinión, muchas veces la ignorancia es la culpable de que no se contrate más personal con discapacidad, porque el empresario “acepta y hace suyos, sin cuestionarlos, los estereotipos, prejuicios y visiones tradicionales de la discapacidad”. Sin embargo, cree que “quien sabe sacudirse las ideas recibidas y sentar una opinión por sí mismo, termina aceptando la discapacidad, o, al menos, termina dando una oportunidad a que la discapacidad se incorpore a su empresa”.

Además, no contar con la discapacidad es, según sus palabras, “dar la espalda al talento, a la creatividad y al ingenio de miles de personas”. “Las empresas y los empresarios que no sepan ver esto, demuestran una gran torpeza y no son dignos de la misión que tienen encomendada”, asegura.

En este sentido, Pérez Bueno destaca la labor de los departamentos de Compras de las empresas, ya que como RSC o como pura política empresarial podrían someter su estrategia de compras a parámetros respetuosos con la discapacidad y así comprobar si los proveedores cumplen la cuota de reserva, favorecer a los que lo hagan, no adquirir productos y servicios no accesibles, etc.

Por último, el presidente de Cermi recuerda que las personas con discapacidad son “las últimas en incorporarnos o sentir los efectos de la bonanza económica, pero de los primeros en padecer las consecuencias de las crisis”. Recuerda que se trata de un grupo social con tasas de pobreza y exclusión superiores a la media. “Somos vulnerables siempre, y esta vulnerabilidad se hace crítica cuando vienen mal dadas económicamente”, concluye.

(SERVIMEDIA)
02 Nov 2009
JHM/caa