Lo hizo en su discurso ante el Consejo Ciudadano Estatal de Podemos, donde comenzó recordando que el próximo 7 de enero se cumplen dos años de la investidura que dio lugar al Gobierno de coalición para reivindicar los logros del mismo en la gestión de la crisis del coronavirus.

Uno de ellos sería la intervención de los llamados “beneficios caídos del cielo” a las eléctricas para que no terminen engrosando la factura de la luz. Aun a pesar de no poder controlar los precios internacionales del gas, aseguró que “estas medidas han logrado algunas bajadas y sin duda al menos contener subidas”.

Por ello, como ya han dicho otras veces dirigentes de Podemos, Belarra conminó a que esas medidas se prorroguen más allá de marzo, cuando en principio terminan. “Deben continuar mientras persistan los altísimos precios del gas a nivel internacional, y por eso vamos a exigir al PSOE que estas medidas, no sólo las fiscales, se prorroguen el tiempo que sea necesario”, exhortó.

La líder de Podemos sostuvo que este “era, y es a día de hoy, el mejor Gobierno posible”, y lo contrapuso a que “las derechas ensayan en Madrid su proyecto más fundamentalista, que enfrenta al último contra el penúltimo y que pretende llevarnos décadas atrás con un retroceso democrático sin precedentes”. En este contexto, arremetió contra los supuestos ataques a las personas Lgtbi y adoptó su lema de la manifestación del miércoles: “Madrid no puede ser ni va a ser el armario de España”.

No obstante, reconoció que “éste no es el mejor Gobierno que podemos imaginar” y admitió que a veces siente "que estamos poniendo parches” a los “enormes retos sociales que trascienden nuestras fronteras y que ponen en jaque al conjunto de la humanidad”. En ese sentido se refirió al sistema productivo, que “consume lo que no tenemos y destruye lo poco que queda”, y llamó a “reducir nuestro consumo de energía y de materias primas.

RECETA DE DECRECIMIENTO

Eso sí, cree que “quien debe hacerlo en primer lugar son quienes han vivido por encima de las posibilidades del planeta y de la humanidad”, y de ahí que sea el 1% más rico quien “tiene que aplicarse con urgencia una fuerte receta de decrecimiento”. Con el mismo enfoque global, se declaró orgullosa de la vacunación en España pero remarcó que, si no hay vacunas en África, el “sálvese quien pueda es ineficaz en términos sanitarios”, por lo que reiteró su llamamiento a liberar las patentes.

Belarra hizo referencia a la intención de Glovo de sustituir a los humanos por robots para su reparto de comida en España, y en este sentido reclamó que la transición digital se acompañe de una normativa adecuada y de “una revisión a fondo de la política fiscal para que las élites contribuyan muchísimo más”.

Volviendo a la dimensión nacional, Belarra reiteró la habitual queja de Unidas Podemos de que está siendo “extraordinariamente difícil lograr que nuestro socio simplemente cumpa lo pactado”, y de que “demasiados veces se han etiquetado como ruido” los requerimientos del espacio confederal y “se ha silenciado que era el Partido Socialista el que se está resistiendo una vez más a cumplir los acuerdos”.

“Los acuerdos están para cumplirse y así lo vamos a seguir exigiendo hasta el final de la legislatura”, advirtió, antes de alertar de que “los poderes más profundos de nuestro país siguen trabajando sin descanso para evitar que Unidas Podemos forme parte del Gobierno” y les gustaría, “también a determinados sectores del Partido Socialista, que nuestro paso por el Gobierno fuera un hito exótico, algo breve en nuestra historia”.

Para evitar que esos poderes se salgan con la suya, aconsejó “defender lo conseguido” e “ir a por más”, porque para conseguir avances “necesitamos ser un espacio político ganador y mayoritario”. Por ejemplo, para lograr en la Constitución “algo más que cambios cosméticos” es necesario incluir los nuevos consensos ecologistas y feministas y evitar que la Jefatura del Estado constituya, como a su juicio es ahora, “un espacio privilegiado de impunidad que cualquiera puede utilizar para cometer actos ilícitos o directamente ilegales”.

Belarra hizo una última referencia genérica a las eventuales elecciones andaluzas, ante las que se declaró “convencida de que en Andalucía habrá una alternativa abierta y plural, que ensanche el espacio que hemos ocupado hasta ahora”. Según dijo, “debemos hacerlo abriéndonos lo máximo posible a la sociedad civil organizada y tejiendo alianzas con otras fuerzas políticas”, pero confió en que Podemos Andalucía lo hará “con un enorme acierto”.