Así lo anunció el director general de Endesa en Andalucía, Extremadura, Ceuta y Melilla, Rafael Sánchez Durán, quien fue uno de los encargados de desconectar la sala de control de la central, que cesa su actividad tras cerca de cuatro décadas en funcionamiento.

De esto modo, Endesa pone punto y final al ciclo de vida útil de esta infraestructura, que ha producido 183.628 gigavatios hora (GWh), una cantidad de energía que equivale al consumo de electricidad de Andalucía durante 4 años y medio.

El cierre de esta central forma parte del proceso de transición justa de Endesa, conocido como ‘Futur-e’, con el que ya se ha cerrado las centrales térmicas de Andorra (Teruel), Compostilla (León) y tramita la desconexión de As Pontes. Al igual que en estas centrales, Endesa pretende que las infraestructuras de Carboneras sustituyan su capacidad de generación por tecnologías limpias y renovables en la provincia.

Para ello, Endesa puso en marcha en 2020 un concurso internacional de búsqueda de proyectos que posibilitaran el desarrollo económico e industrial en los terrenos de la central y su terminal portuaria.

Por el momento, la compañía ha recibido 14 propuestas vinculantes de 10 promotores diferentes, que versan sobre temáticas relacionadas con la economía circular, la acuicultura, los biocombustibles, el turismo y la logística.

En paralelo, Endesa proyectará en la provincia de Almería unos 1.500 megavatios (MW) de potencia renovable para sustituir los 1.159 MW de potencia de la Central Térmica Litoral. Esta iniciativa supondrá una inversión de unos 1.200 millones de euros de inversión y la creación de más de 2.000 empleos equivalentes durante la construcción y del entorno de 400 en la fase de operación y mantenimiento.

Respecto a los efectos del desmantelamiento de la central, Endesa señaló que creará 82 empleos directos y supondrá una inversión de 60 millones de euros. Asimismo, la compañía trabaja en la recolocación de los 120 trabajadores de la central.