El suceso ocurrió sobre las ocho de la tarde, cuando los animales estaban pastando, vigilados por su pastor, cerca del arroyo del Gujo, en los límites del término municipal de Madrid y cerca de Paracuellos del Jarama.

Según explicó el pastor a los agentes, las ovejas bebieron del arroyo y apenas pudieron recorrer cinco metros antes de caer muertas de forma fulminante. Añadió que los animales habían bebido en otras ocasiones en el mismo lugar sin mayores problemas.

Según las primeras hipótesis, los animales murieron a causa de algún vertido tóxico procedente de una de las muchas empresas que existen en la zona.

Los agente tomaron muestras del agua y las llevaron al Laboratorio Municipal, donde serán analizadas para determinar las sustancias tóxicas vertidas al arroyo.

Asimismo, trasladaron dos ovejas al Centro de Investigación Animal, donde, tras analizar sus vísceras, podrá determinarse la causa de la muerte de los animales. Las restantes ovejas fueron llevadas al vertedero de Valdemingómez para su incineración.