Los nuevos vigilantes mostraron a la Concejalía de Tráfico su preocupación ante el posible conflicto que pueda surgir con los guardacoches ilegales, que se aprovechan de los automovilistas, sobre todo extranjeros, en distintos lugares de Granada.

Con esta actuación, el equipo de gobierno municipal pretende terminar con uno de los principales problemas urbanos de l ciudad, ya que la mayoría de los aparcacoches ilegales ejercen coacciones y cobran una especie de "impuesto revolucionario", según la Policía Local.

Los vigilantes autorizados por el Ayuntamiento se instalarán en Ribera del Beiro, Avenida de Madrid, Hospital de Traumatología, Facultad de Medicina, La Caleta y San Lázaro.

Dentro del plan no se incluye la Alhambra, al estar prohibido aparcar en el interior del recinto, excepto en el espacio reservado en el Generalife, ya controlado por el organism que gestiona el monumento.

Sin embargo, esta es la zona de la ciudad donde la acción de los vigilantes ilegales es "más fructífera", según la Policía Municipal.

Los nuevos vigilantes realizarán durante los próximos seis meses su misión recibiendo aportaciones voluntarias de los automovilistas. Los minusválidos pertenecen a una cooperativa de 35 socios que hasta hace varios meses se dedicaba a la regulación del servicio de aparcamiento oficial ORA (zona azul) en el centro de la ciudad.

El paado viernes, uno de los guardacoches ilegales se tragó varios billetes, por valor de 10.000 pesetas, cuando los agentes municipales le exigieron la devolución el dinero cobrado bajo amenazas a una extranjera en el recinto de la Alhambra.

Es en esta zona donde comenzó el pasado sábado el plan municipal para acabar con esta situación, aunque, según comprobó Servimedia, la acción no sirvió para nada. Esta misma mañana, los aparcacoches ilegales realizaban su tarea habitual en todas las zonas en las que eercerán su trabajo los minusválidos designados por el Ayuntamiento.