Fernández López, que en la actualidad es teniente coronel del Ejército de Tierra, subrayó que la clave del fracaso fue que en realidad hubo tres golpes distintos ideados por militares que no consiguieron ponerse de acuerdo y que cometieron "errores de principiante".

Las tesis que expone el autor en su libro se basan en que Milans del Bosch organizó l operación como si fueran dos -por un lado Valencia y por otro el resto de las fuerzas-, mientras que a Tejero, en la víspera del 23-F, le falló una de las dos unidades que tenía previsto emplear en el asalto al Congreso, por lo que tuvo que improvisar el apoyo de otra.

Sobre el general Armada, el escritor señaló que siempre fue una persona "soberbia y ambiciosa", plenamente identificada con el general De Gaulle y convencido de que iba a salvar a España. "La clave", reiteró Fernández López, "es que elos tres no se pusieron de acuerdo. De lo contrario, el golpe posiblemente habría triunfado, porque tenían muchos medios para ello".

NO FUERON PROCESADOS

Otra de las aportaciones de "Diecisiete horas y media. El Golpe del 23-F" es que se citan con los apellidos a una serie de oficiales de la Guardia Civil que no fueron procesados pero que participaron en reuniones preparatorias y que hoy son coroneles del cuerpo.

En este sentido, Fernández López comentó que ninguno de ellos desempeña en la actuaidad tareas de responsabilidad importantes y que algunos están destinados en la Dirección General de la Guardia Civil y en otras zonas del sur de España.

El autor puso de relieve que en su trabajo ha utilizado "fuentes de primera mano y plurales no utilizadas hasta ahora", entre las que citó a personas cercanas al rey Juan Carlos y del entorno del CESID.

Fernández López, que es amigo personal del anterior jefe de la Casa Real, Sabino Fernández Campo, sobre el que también ha escrito un libro recietemente, ha acudido también al sumario y a las actas del juicio del 23-F para completar su investigación.