Según este informe, el 10% de los casos son de violencia física, y el 90% son agresiones psicológicas. Son estas las más lesivas para el niño, según el co-director del estudio, Iñaki Piñuel.

En rueda de prensa, Piñuel explicó que, en contra de lo que suele pensarse, hay muchos más casos de acoso en la etapa de Primaria que en la de Secundaria (ESO y Bachillerato). En concreto, las estadísticas reflejan que, el principal repunte de la violencia escolar, se da en tercero de Primaria (43,60% de los casos). Por ello, el investigador afirma que el sistema educativo logra disminuir la agresividad, a medida que avanzan los cursos.

Según Piñuel, el niño que es acosado puede llegar a sufrir trastornos clínicos, que afectarán a su conducta futura y le harán más vulnerable, al llegar a la edad adulta.

El 54% de las víctimas de acoso sufren estrés postraumático, el 54,8% depresión, el 57,2% pérdida de autoestima, el 38% autodesprecio, el 43% ansiedad y el 15% incluso llega a plantearse el suicidio como posibilidad.

No hay una causa real para ser objeto de un acoso; puede desencadenarse de la forma más trivial (sacar buenas o malas notas, llevar aparato en los dientes, ser la más guapa, llegar siempre tarde, etcétera), por lo que cualquier niño puede llegar a convertirse en víctima. De hecho, uno de cada cuatro alumnos ha sido objeto de la violencia en algún momento, a lo largo de su escolaridad.

Los casos de acoso son, en la práctica, conocidos por profesores, alumnos y dirección del centro. Mientras que los alumnos se suelen unir al acoso, para no ser victimizados también, los adultos suelen trivializar este tipo de conductas, escudándose en que han ocurrido siempre.

Las agresiones más frecuentes son el bloqueo social (29,30%), el hostigamiento verbal (20,9%), la manipulación (19,9%), las coacciones (17,40%), la exclusión (16%), la intimidación (14,20%), las agresiones (13%) y las amenazas (9,10%).

LOS AGRESORES

Según Piñuel, tanto víctimas como agresores son, con mayor frecuencia, chicos que chicas. En el 18,65% de los casos, los acosadores son compañeros de clase, y en el 8,03% son compañeras de clase.

Además, en el 13,42% de los casos son alumnos de otros cursos o clases, y en el 3,74%el acosador es el propio profesor. "Hay profesores que estigmatizan a un alumno, desencadenando así el fenómeno", puntualizó Piñuel.

Según recoge este estudio, el 60% de los niños que practican acoso acaba cometiendo un delito antes de cumplir los 24 años. La mayoría de estos acosadores son, a su vez, víctimas de abandono o acoso, en el ámbito familiar.

CCAA

Andalucía es la comunidad autónoma en la que los casos de violencia escolar tienen más incidencia (27,70%), seguida del País Vasco y Navarra (25,60%), y Asturias y Cantabria (23,6%).

Las que menos casos de acoso viven en sus aulas son Aragón (18,2%), Canarias (19,18%), Extremadura (20%) y Murcia (21,5%).

Según la directora del Instituto de Innovación Educativa y Desarrollo, Araceli Oñate, resulta esperanzador el hecho de que un 19% de los compañeros actúan como defensores de la víctima, y detienen el hostigamiento. Además, tres de cada cuatro acosados no responde con violencia a la agresión que sufren.

El estudio se ha elaborado con una muestra de 24.950 alumnos, desde segundo de primaria hasta primero de Bachillerato. En total, 1.150 aulas de 14 comunidades autónomas (todas salvo Baleares, Comunidad Valenciana y La Rioja, además de Ceuta y Melilla).