De esta forma, según explicó el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristobal Montoro, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, el Ejecutivo “simplifica la forma de regularizar” estas rentas.

No obstante, el Gobierno defiende que no se trata de una amnistía ya que “no se exime de la tributación” sino que se gravará un 10% el total del patrimonio declarado.

En concreto, este proceso de regularización se aplicará en las rentas no declaradas de los contribuyentes del IRPF, el impuesto de sociedades y la Rente de no Residentes.

Además, el Gobierno establece otro gravamen especial del 8% para la repatriación de dividendos o rentas derivadas de la transmisión de participaciones. En este caso, la recaudación prevista asciende a 750 millones de euros.

Según Montoro, estas medidas persiguen “la regularización de los saldos que vengan a España de otros territorios o afloren en la propia España” con el objetivo de aumentar la recaudación.

Además, esta medida para facilitar el afloramiento de las rentas no declaradas, que estará en vigor hasta el 30 de noviembre de este año, irá acompañada a partir de 2013 con un endurecimiento de las sanciones por fraude fiscal.

El responsable de Hacienda señaló que quienes se sumen a este proceso de regularización “evitarán las penalizaciones hoy propias de las declaraciones, de manera que a cambio de pagar un 10% el sujeto pasivo quedaría regularizado y normalizado en nuestro sistema tributario”.

Montoro indicó que es una “regularización extraordinaria”, que “se ha hecho en otras ocasiones y en otros países”.

El responsable de Hacienda reconoció que hay iniciativas que le gustan “más y otras menos”, pero que “tengo que hacerlas en el momento que hay que hacer lo que hay que hacer, que es ingresar sin subir los impuestos indirectos”.

Así, apuntó que “se ha practicado con éxito tributario en otros países”, y citó como ejemplo a Italia, Reino Unido o Estados Unidos.

Por otro lado, el Ejecutivo aprobó la modificación de las deducciones y otras medidas sobre el impuesto de sociedades que ayudarán a mejorar la recaudación por este gravamen. En total, el Ejecutivo prevé que los ingresos por este impuesto aumenten un 22,2% durante este año.

En concreto, el Consejo de Ministros dio luz verde a la reducción de la deducibilidad del Fondo de Comercio, que pasará del 5% al 1%, y del límite máximo de deducciones, que se rebaja 10 puntos hasta el 25%.

Estas dos medidas y la introducción de un límite mínimo para el cálculo del pago fraccionado tendrán un carácter temporal.

Por su parte, el Gobierno también establece una limitación de la deducibilidad de gastos financieros en el 30% o un millón de euros, y elimina la libertad de amortización, en ambos casos con carácter permanente. En cuanto a la eliminación de la libertad de amortización, la mantiene para pymes aunque vinculada a la creación de empleo.

Por último, el Consejo de Ministros aprobó este viernes otras medidas fiscales, como una modificación de la tributación de los cigarrillos, reduciendo el tipo proporcional y aumentando el específico.