La ministra condecoró a cinco de los ‘héroes de Kabul’, que no estuvieron en su día en la entrega oficial, y llevó mantecados y polvorones para los soldados, a los que felicitó las próximas fiestas navideñas.

A su llegada al Aeropuerto Internacional Blaise Diagne de Dakar, la embajadora de España en Senegal, Olga Camarga, dio la bienvenida a la ministra, que viajó acompañada por el jefe de Estado Mayor de la Defensa (Jemad), Teodoro López Calderón, y por la secretaria de Estado de Defensa, Esperanza Casteleiro.

Ya en Thiès, cerca del aeródromo, donde se ubica el DAT Marfil, fue recibida por el jefe al mando, el teniente coronel Jacinto Chozas, y el general francés Michel Delpit, y asistió a una sesión informativa de carácter clasificado, a la que no pudieron asistir los medios de comunicación. La titular de Defensa se mostró especialmente interesada por una exposición del material empleado por el Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo, clave en la operación de rescate de colaboradores afganos en el Aeropuerto Internacional Hamid Karzai de Kabul.

El momento más emocionante de la visita al DAT fue el momento en el que Robles impuso cinco cruces al mérito aeronáutico (cuatro con distintivo azul y una con distintivo blanco) a miembros de la EADA que estuvieron en Kabul, y no pudieron asistir al evento oficial de entrega de condecoraciones en Madrid el pasado 3 de diciembre. Fue un acto animado al ritmo de los sones del pasodoble ‘Banderita’.

Tras la tradicional firma en el Libro de Honor, y una foto de grupo frente a los dos C-295 con los que opera el destacamento, la ministra almorzó con la tropa y les felicitó las fiestas navideñas por adelantado, y les anunció que había llevado desde Madrid turrón y polvorones para soportar mejor los días que pasarán lejos de sus familias.